Preparando nuestros corazones para la Pascua: un devocional de CuaresmaMuestra
"Día 4: La Prueba"
Éste es uno de los pasajes más conocidos y más difíciles de la Biblia. Abraham es presentado en Génesis 12 como el que a través del cual “todas las familias de la tierra” serán bendecidas (Génesis 12:1-3). Y al llegar a la escena anterior, nos encontramos con lo que comenzó como un llamado de Dios a Abraham para dejar su tierra ahora alcanza un clímax dramático. Dios ahora ha incluido en ese llamado al máximo sacrificio y prueba de la fe de Abraham — la disposición para sacrificar a su único hijo. El dolor y lo patético de este momento se ve reforzado por el hecho de que Abraham y su esposa, Sara, habían esperado por años el hijo que Dios les había prometido, sin ver el cumplimiento. La promesa de Dios que una nación vendría a través de su familia parecía imposible para Abraham y Sara, por su incapacidad para tener un hijo.
Así ahora, habiendo contestado sus oraciones con un hijo, Dios le ha pedido a Abraham que hiciera algo que parece completamente cruel e irracional. ¿Cómo va Dios a crear un pueblo a través del sacrificio del único heredero de Abraham? ¿Cómo conducirá esta muerte a las bendiciones prometidas en Génesis 12? La respuesta llega cuando pasamos de los acontecimientos de la vida de Abraham a los acontecimientos de la vida de Jesús.
Al reflexionar sobre esta historia de fe y sacrificio a la luz de este tiempo que conduce a la Semana Santa, saca tiempo para reflexionar sobre la forma en que se anucia la fe y el sacrificio de Jesús. La declaración de Abraham que Dios mismo aportaría el cordero (Génesis 22: 8) nos recuerda el regalo del Cordero de Dios para salvar el mundo (Marcos 10:45; Juan 1:29, 36). La provisión de Dios del carnero en el Monte Moria anuncia el sacrificio de su único hijo, Jesucristo — el verdadero Cordero sin mancha que murió por nosotros en la cruz. Como Isaac, Cristo es el cordero llevado a la muerte; pero, sin embargo a diferencia de Isaac, Jesús no abrió Su boca. Así como Isaac llevó su propia madera para el altar, Cristo llevó Su propia cruz de madera (Juan 19:17). Vuelve atrás y lee de nuevo el pasaje con los ojos fijos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12: 2).
Oración
Padre Santo, te doy gracias y te alabo por enviar al mundo a Tu Hijo Unigénito. Dame ojos para ver la belleza y la perfección de Jesús, el Cordero sin mancha que voluntariamente se sacrificó a sí mismo para que yo pudiera recibir el perdón y nueva vida. Y a la luz de Tu gracia, pueda yo vivir una vida de fe, confiando en Tu bondad y ofrendando la vida por otros. En nombre de Jesús, amén.
Derechos de autor (c) 2012 por Redeemer Presbyterian Church.
Éste es uno de los pasajes más conocidos y más difíciles de la Biblia. Abraham es presentado en Génesis 12 como el que a través del cual “todas las familias de la tierra” serán bendecidas (Génesis 12:1-3). Y al llegar a la escena anterior, nos encontramos con lo que comenzó como un llamado de Dios a Abraham para dejar su tierra ahora alcanza un clímax dramático. Dios ahora ha incluido en ese llamado al máximo sacrificio y prueba de la fe de Abraham — la disposición para sacrificar a su único hijo. El dolor y lo patético de este momento se ve reforzado por el hecho de que Abraham y su esposa, Sara, habían esperado por años el hijo que Dios les había prometido, sin ver el cumplimiento. La promesa de Dios que una nación vendría a través de su familia parecía imposible para Abraham y Sara, por su incapacidad para tener un hijo.
Así ahora, habiendo contestado sus oraciones con un hijo, Dios le ha pedido a Abraham que hiciera algo que parece completamente cruel e irracional. ¿Cómo va Dios a crear un pueblo a través del sacrificio del único heredero de Abraham? ¿Cómo conducirá esta muerte a las bendiciones prometidas en Génesis 12? La respuesta llega cuando pasamos de los acontecimientos de la vida de Abraham a los acontecimientos de la vida de Jesús.
Al reflexionar sobre esta historia de fe y sacrificio a la luz de este tiempo que conduce a la Semana Santa, saca tiempo para reflexionar sobre la forma en que se anucia la fe y el sacrificio de Jesús. La declaración de Abraham que Dios mismo aportaría el cordero (Génesis 22: 8) nos recuerda el regalo del Cordero de Dios para salvar el mundo (Marcos 10:45; Juan 1:29, 36). La provisión de Dios del carnero en el Monte Moria anuncia el sacrificio de su único hijo, Jesucristo — el verdadero Cordero sin mancha que murió por nosotros en la cruz. Como Isaac, Cristo es el cordero llevado a la muerte; pero, sin embargo a diferencia de Isaac, Jesús no abrió Su boca. Así como Isaac llevó su propia madera para el altar, Cristo llevó Su propia cruz de madera (Juan 19:17). Vuelve atrás y lee de nuevo el pasaje con los ojos fijos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12: 2).
Oración
Padre Santo, te doy gracias y te alabo por enviar al mundo a Tu Hijo Unigénito. Dame ojos para ver la belleza y la perfección de Jesús, el Cordero sin mancha que voluntariamente se sacrificó a sí mismo para que yo pudiera recibir el perdón y nueva vida. Y a la luz de Tu gracia, pueda yo vivir una vida de fe, confiando en Tu bondad y ofrendando la vida por otros. En nombre de Jesús, amén.
Derechos de autor (c) 2012 por Redeemer Presbyterian Church.
Acerca de este Plan
¿Qué es Cuaresma? Es un tiempo en el cual anticipamos la victoria de la luz y la vida de Cristo sobre la oscuridad del pecado y la muerte. Durante este tiempo desde el Miércoles de Ceniza hasta la Pascua, se nos recuerda nuestra fragilidad y la gracia redentora de Dios.
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Este devocional fue creado por el personal de la Redeemer Presbyterian Church y fue publicado originalmente en el 2012 en www.redeemer.com Reproducido con autorización.