Preparando nuestros corazones para la Pascua: un devocional de CuaresmaMuestra

"Día 12: La Piedra"

En la parábola de los arrendatarios, el propietario de un viñedo arrienda su propiedad y viaja al extranjero. Mientras está fuera, envía a sus siervos para recoger su parte de los frutos de la tierra, pero los arrendatarios golpearon a sus siervos y luego los mataron. Al final, envía a su hijo a recoger el fruto, pensando, “Ellos respetarán a mi hijo” (Marcos 12:6). Pero está equivocado. También mataron a su hijo.

Jesús explicó el significado de la parábola citando el Salmo 118: “¿No han leído esta Escritura: ‘La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra angular. De parte del Señor es esto, ¿y es cosa maravillosa a nuestros ojos?" (Marcos 12:10-11, cf. Mateo 21:42). En otras palabras, Dios es el dueño del viñedo. Los arrendatarios son Su pueblo. Ellos debían darle el fruto de sus vidas a través de la adoración y la obediencia. Pero rechazaron a sus profetas y mensajeros. Finalmente,envió a Su Hijo. Pero lo rechazaron también. En rebelión, no lo respetaron ni honraron como el Hijo de Dios. En lugar de esto, lo mataron.

Sin embargo, Jesús no fue llevado por una tormenta de incontrolables y furiosos hombres. Su rechazo fue conforme al plan intencional de Dios, “el Señor está obrando”. Esto es “maravilloso a nuestros ojos” porque la muerte de Cristo venció a la misma muerte. Nos regocijamos porque Dios levantó a Jesús de la tumba y lo hizo la piedra angular de la salvación para todo aquel que cree en Él. En Él, por lo tanto, viviremos y nunca moriremos (Juan 11:25-27).


Oración

Señor, Tú haces cada cosa de acuerdo a Tu buena voluntad. A pesar que la muerte de Cristo parece una derrota, lo justificaste levantándolo de entre los muertos. En Él cantamos, “No moriremos, sino que viviremos” (Salmos 118: 17). Él es nuestra salvación. Es maravilloso a nuestros ojos. En el nombre de Cristo, amén.

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