Las epístolas de Pablo en prisión: Pablo y los filipensesMuestra

Instrucciones concernientes a la perseverancia: Filipenses 3:17-4:9

Las exhortaciones finales de Pablo se relacionan al desafío de la perseverancia; las mencionó en Filipenses 3:17–4:9. Estas exhortaciones son principalmente la aplicación de sus enseñanzas para que los filipenses siguieran su ejemplo de perseverancia.

Al referirse a los desafíos de la perseverancia, Pablo animó a los filipenses a no permitir que falsos maestros, conflictos dentro de la iglesia, o dificultades personales puedan hacer declinar su fidelidad a Dios. Comenzó enfocándose en las maneras en que las falsas enseñanzas pueden invadir la iglesia y amenazar su perseverancia. Considera Filipenses 3:18-19 donde escribió esta dura sentencia:

Muchos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo. Su destino es la destrucción, adoran al Dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Solo piensan en lo terrenal. (Filipenses 3:18-19).

Claramente estos enemigos de la cruz de Cristo no eran creyentes. Sin embargo, representaban una amenaza a la iglesia, quizá porque hablaban persuasivamente o porque tenían influencia en la iglesia.

En todo caso, Pablo insistió en que los creyentes rechacen las falsas enseñanzas de los enemigos de Cristo, perseverando en pureza de fe y de acciones. El deseo de evitar problemas y sufrimientos no era una razón suficiente para perder la fe en el Evangelio, y los argumentos persuasivos no sustituían al poder del Señor

Pablo también les advirtió que los creyentes dentro de la iglesia pueden presentar desafíos a la perseverancia de otros creyentes. Como ejemplo, mencionó un problema que existió entre Evodia y Síntique. Considera sus palabras en Filipenses 4:1–3:

Por lo tanto, queridos hermanos míos...manténgase así firmes en el Señor. Ruego a Evodia y Síntique que se pongan de acuerdo en el Señor...A ti mi[L] fiel compañero, te pido que ayudes a estas mujeres que han luchado a mi lado en la obra del evangelio (Filipenses 4:1-3).

Debido a este conflicto, Evodia y Síntique estaban fallando en la solidez de su vida de santidad, y debido a su influencia, también eran una amenaza a la perseverancia de otros creyentes en Filipos.

Finalmente, Pablo exhortó a los filipenses a no permitir que las dificultades personales dificulten su perseverancia. El los animó a adoptar una perspectiva alegre y no dejar que la ansiedad los desanime. Sus ideas están representadas en Filipenses 4:4–7:

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! … no se inquieten por nada ...presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios...cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús (Filipenses 4:4-7).

La instrucción práctica de Pablo, era que los creyentes pidan a Dios que los alivie de sus ansiedades. En algunos casos, Dios podía hacerlo al eliminar las circunstancias problemáticas, pero en la mayoría de los casos, Pablo esperaba que los cambios fueran del corazón y de la mente, de actitud y de enfoque.