Nuestro Pan de Cada Día - Bases BíblicasMuestra
Comienzos (?–1440 AC)
La Biblia comienza con, “En el principio Dios creó los cielos y la Tierra.” Los primeros dos capítulos de Génesis nos cuentan como Dios hizo al mundo en seis días y descansó en el séptimo.
La corona de la creación es la humanidad. Adán, el primer hombre, fue puesto en un jardín del paraíso llamado Edén, para cuidarlo. Los animales fueron creados en pares, pero Adán estaba solo. Entonces, Dios hizo a la mujer y los mandó a tener hijos y poblar la Tierra.
El Jardín del Edén era para su deleite—con una exepción. No tenían que comer del “árbol del conocimiento del bien y del mal”. Pero Eva cedió a la tentación de Satanás, adversario de Dios, y comió del fruto prohibido. También lo hizo Adán, y cayeron. Fueron expulsados del jardín: Eva al dolor y sufrimiento al dar a luz, Adán a una vida de trabajo duro para producir alimentos.
El pecado había entrado a la humanidad. Aún así, Dios prometió salvación a través de la semilla de una mujer representándola con un abrigo de piel de animal.
Así, Adán y Eva comenzaron a vivir fuera del jardín. La tragedia de la caída no se demoró en llegar. Uno de los hijos de Adán y Eva, Caín, mató a su hermano Abel. A medida que la raza crecía, se volvía más y más malvada. Finalmente, Dios terminó destruyéndola con una gran inundación. Solo Noé, encontró gracia ante Dios, y mediante la construcción de un arca, él y su familia se salvaron.
Con ellos, la raza se volvió a multiplicar. En Babel, el hombre quiso desafiar a Dios construyendo una torre al cielo, pero Él los dispersó dándoles diferentes idiomas.
Génesis 12 marcó un cambio en como Dios se relacionaba con las personas. El Señor eligió a un hombre, Abram, de la ciudad de Ur en Caldea, y lo designó, junto a su descendencia, Su pueblo especial. Dios se revelaría a través de ellos. Su nombre cambió a Abraham, y fue mandado a una nueva tierra. Era Palestina, y Dios se la entregó a Él y su hijos para siempre.
Abraham y su descendientes, Isaac, Jacob, y José, vivieron como nómades, igual que los beduinos actuales. Sus casas eran tiendas. Criaban vacas y ovejas. Tenían un concepto de familia fuerte, el varón más antiguo era líder patriarcal y sacerdote familiar.
Por un largo tiempo parecía que Abraham iba a morir sin un hijo—a pesar de la promesa de Dios. Pero en edad avanzada, Abraham y Sara milagrosamente tuvieron uno—Isaac. Jacob, el hijo de Isaac tuvo 12 hijos varones, quienes fueron cabezas de las tribus de Israel. Ellos se quedaron en Palestina hasta que una hambruna los llevó a Egipto. Uno de los 12 hijos, José, con un puesto prominente en Egipto se convirtió en protector y benefactor.
La familia se quedó en Egipto por 430 años y se multiplicó rápidamente. Gradualmente, se convirtieron en esclavos. El futuro de lo que ya era una considerable nación, estaba amenazado por la orden real de matar a todo primogénito varón. Dios llamó a Moisés, quien se crió en la corte del Faraón, para liberar a Israel. Luego de una dura lucha contra el Faraón, marcharon a través del Mar Rojo (dividido milagrosamente por Dios) hacia el desierto, buscando Canaán, la Tierra Prometida.
En el viaje, Moisés recibe la Ley de Dios en el Monte Sinaí, como también las instrucciones para construir la carpa de adoración. Al llegar al limite de Canaán mandaron espias. Pero el valor que habían tenido al confrontar al Faraón se había ido y el pueblo se negó a reclamar la Tierra Prometida. Por su falta de fe, Dios los sentenció a vagar 40 años en el desierto hasta que toda la generación muriera.
Al final de los primeros cinco libros del Antiguo Testamento (el Pentateuco), Israel estaba ubicada a orillas del Río Jordán. Moisés está muerto; pero un nuevo lider, Josué, está listo para llevarlos a Canaán.
Mirando a Dios. Ahora que hemos repasado la historia recopilada en el Pentateuco, regresemos por otra mirada. Recuerda, no es solamente conocer la historia de la Biblia sino conocer al Dios que está detrás de la historia—y vernos a nosotros mismos en una relación con Él. Los primeros cinco libros están repletos de información que nos ayuda a conocer a Dios, un ejemplo: Noé en Génesis 6–8. Mientras vas leyendo sobre su rescate de la inundación, podrás ver estas verdades acerca de Dios:
Él es un Dios al que se debe temer.
Él es capaz de crear y destruir.
Él es paciente con los pecadores, pero Su paciencia tiene limites.
Él no es solo amoroso y tierno; también es un Dios de justicia e ira.
Él se preocupa por lo que está pasando en Su mundo.
Él tiene completo control sobre Su creación.
Él tiene el poder de interrumpir la historia
Él es el Dios de los nuevos comienzos.
Él rescata a aquellos que confían en Él.
Él hace y cumple promesas.
Mirando a nosotros mismos. En los primeros capítulos de Génesis, nos cuentan sobre la decisión de Adán y Eva de desobedecer a Dios. En ese acto vemos nuestra propia voluntad y disponibilidad para romper Sus mandamientos. Acá hay otras maneras de cómo podemos vernos a nosotros mismos en los primeros cinco libros del Antiguo Testamento y en Job:
En los celos de Caín, vemos nuestro propio sentido de competición (Génesis 4:5).
En la necesidad de Noé por un arca de salvación, vemos nuestra propia necesidad de ser rescatados del juicio divino (Génesis 6–8).
En la fe de Abraham para seguir a Dios, vemos nuestro propio potencial para creer (Génesis 12).
En el escepticismo de Jacob, vemos nuestra propia inclinación para confiar en nosotros (Génesis 25, 27).
En la amabilidad de José para con sus hermanos, vemos nuestra propia responsabilidad para perdonar (Génesis 42–45).
En la negativa de Israel de entrar a la tierra de Canaán, vemos nuestra propia falta de fe (Éxodo 14).
En la respuesta de Job al sufrimiento, vemos nuestros propios sentimientos cuando las cosas se nos ponen en contra (Job 3).
Escrituras
Acerca de este Plan
La Biblia, ¿te da curiosidad? ¿Te parece relevante hoy día? El devocional Bases Bíblicas te dará una visión general de ella y te demostrará cómo los libros del Antiguo y Nuevo Testamentos encajan entre sí. Descubrirás perspectivas espirituales que hablarán a tu corazón y entenderás por qué la Biblia se ha convertido en un libro duradero e influyente. Comienza hoy— sólo doce devocionales de 5 minutos diarios de Lecturas Bíblicas.
More