Serie Fuerte en lugares rotos - El fracaso no es letal Muestra

Fe para mantenerte firme

En el siguiente fracaso en la vida de Pedro, vemos lo que aprendió reflejado en sus propios escritos cuando dice que la autenticidad, o la perfección de la fe, se prueban con fuego, traen alabanza, honor y gloria a la revelación de Jesucristo. La fe de Pedro fue probada y el resultado fue fortalecimiento y madurez de su fe.

Mateo comparte esta historia y nos dice que en una noche oscura, tormentosa y solitaria; los discípulos están solos en el bote y han estado remando durante mucho tiempo contra la tormenta. Están exhaustos y ven algo que los aterroriza. Jesús está caminando sobre el agua y ellos gritan de miedo. Él dice que sean de buen ánimo y que no tengan miedo; luego, Pedro se acerca para mostrar a los otros discípulos qué hacer. Pedro dice a Jesús que dé la orden que él caminara sobre el agua, Jesús responde: «Ven». 

Pedro comienza con un buen enfoque en Jesús y en realidad está caminando sobre el agua. Pero luego su enfoque de Jesús cambia hacia el viento, las olas, tormenta y a sí mismo; entonces comienza a hundirse. Cuando retiramos nuestra mirada de Cristo y lo colocamos en nuestras circunstancias, fracasaremos. Pero nota lo que Pedro hace a continuación. Él grita al único que puede salvarlo: Jesús.

Mateo nos dice que Jesús inmediatamente extendió su mano y atrapó a Pedro. Jesús, el Salvador, respondió al grito de Pedro y, en una suave reprensión, pregunta a Pedro por qué dudaba. Como para poner un punto de exclamación a todo el evento, Jesús entonces cesa la tormenta y aquellos en el bote lo adoraron como el Hijo de Dios. Pedro hizo probar su fe y descubrió que Cristo es digno de confianza. El pastor de Gales, Selwyn Hughes dice: «Las fallas son solo pruebas temporales que nos preparan para triunfos más permanentes». Cuando dice: «Señor, sálvame», muestra la combinación de sabiduría (Señor) y fe (sálvame). La lección aprendida es que debemos apoyarnos en Cristo por la fe a través de nuestros fracasos.