7 reflexiones esenciales de la Biblia de Estudio RVRMuestra

El Rey que viene 

Lucas nos dice que, después de la ascensión de Jesús al cielo, los discípulos regresaron a Jerusalén (Lc 24.52). También volvieron a las Escrituras. El Antiguo Testamento floreció de repente con buenas nuevas. Dondequiera que miraban encontraban pruebas que señalaban los detalles de la vida y el ministerio de Jesús. Cuando se preguntaron por qué no lo habían entendido antes, debieron recordar también su promesa: «Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad (Jn 16.13). 

Cuando los escritores de los Evangelios recopilaron los detalles de la vida de Jesús, con frecuencia utilizaron referencias del Antiguo Testamento para ilustrar con cuánta claridad cumplió Jesús el carácter del Salvador pro- metido y las profecías en cuanto a su ministerio. Disfrutaron en especial citando pasajes del Antiguo Testamento que predecían exactamente los aspectos del sufrimiento y el rechazo del papel del Mesías. Para ellos, este era el tema central que distanciaba a Jesús de las ideas populares de un mesías político conquistador y poderoso. 

Zacarías 9.9, 10 presenta una profecía cuyo cumplimiento se puso claramente en marcha (aunque no se completó) cuando Jesús llegó a Jerusalén a lomos de un pollino, la famosa entrada triunfal. Tanto Mateo como Juan mencionan este pasaje. Juan llega incluso a notar que los discípulos no detectaron una conexión inmediata entre el hecho de que Jesús montara un pollino y su identidad como el Mesías profetizado en Zacarías. Tras su glorificación, «entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él» (Jn 12.16). 

Estos versículos de Zacarías incluyen una importante transición. La llegada del Rey Salvador va seguida inmediatamente por una descripción de los efectos de su largo reinado. Es un ejemplo de «compresión profética». Contemplado desde el contexto más amplio de la profecía, Zacarías mencionaba juntas dos etapas en el plan de Dios que, en realidad, están separadas en el tiempo. El rey que viene lo haría en dos ocasiones. Jesús vino primero como humilde Rey de paz y salvación, algo que se cumplió en su ministerio terrenal y su muerte en la cruz. En segundo lugar, vendrá como gobernante victorioso sobre todo el mundo «y hablará paz a las naciones». Deberíamos regocijarnos en la primera venida de Jesús y esperar el cumplimiento completo de la profecía de Zacarías en el glorioso regreso de Cristo. 

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