Creemos en Jesús: El SacerdoteMuestra
La intercesión de Jesús: Hebreos 7: 24-25
Intercesión es la mediación o petición a favor de otra persona. Esta es una de las cosas que caracteriza el ministerio terrenal de Jesús, y que sigue caracterizando su ministerio en el cielo.
Tengo un amigo que me ha preguntado: "Si Jesús nos lleva a Dios, ¿por qué lo todavía necesitamos?, ¿Por qué no simplemente prescindimos de él, ahora que nos ha llevado de vuelta a Dios, y solamente le oramos al Padre? Realmente ya no necesitamos a Jesús." Bueno, esta noción no cubre el papel permanente de Jesús. Debido a que el Nuevo Testamento dice que él es el único mediador entre Dios y el hombre en tiempo presente, Jesús vive por siempre para interceder por nosotros. Eso no significa que la obra expiatoria de Jesús en la cruz no haya sido suficiente. Sin duda, la obra expiatoria de Jesús sirve de una vez por todas, es completa, no se le necesita añadir nada. Jesús sigue teniendo un papel personal, continuo, relacional que desempeña en nuestras vidas como nuestro abogado, mediador y representación. Él es nuestro abogado, que a diario se presenta delante del gran juez y defiende nuestro caso. Las buenas noticias son que a causa de su obra expiatoria, él nunca pierde. Siempre está apelando, basado en su obra perfecta y terminada, en su papel de intercesor como nuestro gran sumo sacerdote, siempre con éxito y eficaz. La obra está en curso, es relacional y dinámica. Así Jesús, basado en su obra expiatoria terminada, continúa como nuestro mediador y nuestro intercesor, como nuestro gran sumo sacerdote.
– Dr. K. Erik Thoennes
Uno de los ejemplos más explícitos de la obra intercesora de Jesús en la Biblia, es la oración que hizo por sus discípulos en la noche de su arresto y juicio, registrada en Juan 17. De hecho, a esta oración a menudo se le llama la Oración Sumo Sacerdotal de Jesús. En esta oración, Jesús incluyó muchas peticiones de los apóstoles. Y en Juan 17:20 y 21, también oró en nombre de aquellos que se convertirían en sus discípulos a través de su ministerio de evangelización.
Jesús continuó su obra de intercesión en su muerte en la cruz, en la cual medió entre Dios y la humanidad de la manera más eficaz posible. Y ahora que ha ascendido al cielo, se nos dice que continúa intercediendo por nosotros en el templo celestial mediante la presentación de su propia sangre en el altar y suplicándole al Padre por nosotros. Como leemos en Hebreos 7:24 y 25:
[Jesús] por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. (Hebreos 7:24-25)
Nuestra salvación está asegurada permanentemente porque Jesús, nuestro sumo sacerdote, está constantemente intercediendo por nosotros, pidiéndole al Padre que acepte el mérito de la muerte del Hijo como pago por todos los pecados que cometemos.
Jesús cumplió perfectamente la función de sacerdote del Antiguo Testamento. Proveyó liderazgo, realizó ceremonias - incluyendo la ceremonia más importante de todos los tiempos, su sacrificio en la cruz - y ofreció interceder por su pueblo. De hecho, él sigue llevando a cabo estas funciones básicas hoy en día, a través de su iglesia y a través de su obra sumo-sacerdotal, en las cortes celestiales. Así que, como sus seguidores, es nuestra responsabilidad reconocer y confiar en Jesús como nuestro único acceso al Padre, y someternos a su ministerio mientras él nos prepara para entrar en la santa presencia especial de Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura investiga la doctrina de la cristología, centrándose en la persona y la obra de Jesucristo. Jesús es Dios encarnado, el centro de toda la historia, y la única esperanza para la salvación de la humanidad y de la creación.Este plan explora el cumplimiento de Jesús del ofico de sacerdote del Antiguo Testamento.
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Nos gustaría agradecer a Third Millennium Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://es.thirdmill.org/