Habla vidaMuestra

Hablar vida es exactamente eso...¡HABLAR!

No puedes estar en el medio. Cuando se trata de hablar vida, no hay lugar para el silencio.

Que no hables muerte no significa que estás hablando vida. Este es un concepto que me llevó tiempo comprender completamente. Como lo hemos repasado anteriormente, hablar vida no es solo para ti. Hablar vida puede afectar positivamente a todos los que te rodean. Cuando das a conocer tus planes, la gente lo nota. Cuando crees lo suficiente como para contarlo al mundo, los que no conocen al Señor pueden interesarse.

Porque ambos conllevan fruto. Hablar vida conlleva fruto, pero hablar muerte también. Tomar la decisión de no hablar ninguno, dará como resultado una temporada sin frutos.

Es necesario que reclames tu propósito. La Biblia dice que llamemos las cosas que no son como si lo fueran. Es importante no solo visualizar lo que necesitamos, sino también declarar abiertamente nuestras intenciones. No es “Ojalá algún día tenga mi casa propia". Es ‘Un día TENDRÉ mi casa propia".

Cuando lo DECLARAS, tomas la decisión de manifestarlo como un hecho, y se hará realidad. Si lo declaras, se cumplirá.

Cuando hablas vida usando la Palabra de Dios, no hablas en tu autoridad. Hablas directamente desde la autoridad de Dios. Su Palabra viaja a través tuyo hacia el mundo. Solamente eres el mensajero, Él es el autor.

Suena demasiado simple, pero es verdad: hay poder en tus palabras. Las palabras pueden herir, dañar y desalentar. Pero las palabras también pueden reparar, sanar y alentar. Tú decides. El dicho “Las palabras no me hacen daño”, no es verdad. Las palabras que te dices a ti mismo, y las que les dices a los que están a tu alrededor pueden tener un impacto directo en tu vida. Esto puede ser bueno o malo; depende de tus decisiones. Hablar la Palabra de Dios es tomar la decisión de tener un impacto positivo.

1. ¿Estás hablando vida o muerte sobre tu situación?