Cada paso una llegadaMuestra
La iglesia visible
Mientras Salomón está delante del nuevo templo, él hace la pregunta que a veces todos nos hacemos: "Pero, ¿será posible, Dios mío, que tú habites en la tierra?' (1 Reyes 8:27 NVI).
Salomón es asaltado por el escepticismo, pero ora de todos modos. Ora que Dios escuche a la gente cuando vengan a esta casa y ofrezcan sus oraciones, que Dios esté atento a sus necesidades de noche y de día, y que cuando Él los oiga los perdone.
Las dudas han sido repetidas con variaciones, desde Salomón hasta nosotros. Pero nosotros, como Salomón, hemos seguido adelante y orado de todos modos. La objeción del sentido común a que Dios more en la tierra en una casa de oración, a que Dios se reúna con nosotros en un lugar de adoración, no ha sido capaz de sobrevivir la evidencia de la experiencia y la fe. Después de todo, el sentido común es una de las pruebas de la realidad de menor confianza. La pregunta cínica: "¿será posible?" se responde desde una razón más profunda, una experiencia más amplia, y una fe real que dice:"sí, ¡por supuesto!".
En la oración de Salomón en este pasaje, podemos ver tres áreas en que lo visible es un conducto para lo invisible, y estas son áreas en las que estamos involucrados hoy. La primera tiene que ver con la historia. Salomón trae a la memoria el recuerdo de grandes encuentros con Dios en el pasado. Una memoria pobre es una amenaza para nuestras oraciones.
La segunda tiene que ver con el perdón. Con demasiada frecuencia nos acercamos a nuestras oraciones de maneras en las que podemos hacer que Dios trabaje de nuestro lado. Pero la iglesia visible es un chequeo contra eso. El perdón es un punto de regreso en la oración, la transición de buscar nuestro propio camino sin Dios para rendir nuestras vidas a Él, para que haga Su voluntad en nuestra vida.
La tercer área es mencionada por Salomón en la palabra extranjero, que también puede ser traducida como "extraño". Cuando nuestro interés es exclusivo para nosotros mismos, nuestras familias, y nuestros círculos de conocidos, perdemos la sensibilidad a la iglesia vasta de Cristo y el mundo que Cristo está reconciliando consigo.
Las tres lecciones de la oración de Salomón se pueden resumir en tres palabras: historia (La obra de Dios en el pasado), perdón (un punto de retorno del ego hacia la voluntad de Dios), y otros (o extraños). Ora a la luz de la palabra que más te hable personalmente en este momento.
Escrituras
Acerca de este Plan
Esperamos que estos cinco devocionales de Eugene Peterson guíen tu mente y tu corazón donde sea que vayan, pues nunca sabes qué usará el Espíritu para alentar, inspirar o consolar. Puedes elegir usar las preguntas de reflexión al final de cada devocional para formar tu propia oración del día, ciertamente no como el punto final, sino como un comienzo de las llegadas que te esperan.
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