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Todavía Falta

En Filipenses 3:12–13, Pablo nos da una importante perspectiva en llegar a ser completos o maduros en Cristo: 

No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante.

Como creyentes, debemos reconocer que aún nos falta mucho. No lo hemos alcanzado todo. Todavía hay cosas por delante. Debemos seguir perseverando. 

Pero algunas personas creen que ya lo han alcanzado todo. Ya no necesitan crecer más, ya no necesitan estudiar más, ya no necesitan aumentar más.

Es como la historia verídica de una joven vecina de Albert Einstein que estaba hablando con él durante una fiesta cuando ella le preguntó: ¿a qué se dedica usted? Einstein la vio y dijo: “Me he dedicado al estudio de la física”. Toda sorprendida, ella respondió: “¿estudiando física a su edad? ¡Yo terminé mis estudios hace un año!”

Desafortunadamente, ésa es la actitud que tienen muchos cristianos hoy en día sobre su crecimiento espiritual. Piensan que ya han terminado. En vez de esa, nuestra actitud debería ser como la de Pablo Casals, de 95 años, considerado como el más grande violoncelista que el mundo jamás ha conocido. 

Un joven reportero le preguntó en una ocasión: “Usted tiene 95 años. El mundo le considera a usted como el mejor violoncelista. A los 95 años, practica seis horas al día, ¿por qué? A lo cual él respondió: “Porque creo que estoy progresando”. 

  Amigo, usted aún no lo ha alcanzado todo. Fíjese la meta de progresar todos los días. Así es como llegará a ser un cristiano maduro en Cristo.