Seguridad eternaMuestra

Los beneficios prácticos

Nadie en la tierra disfruta de las bendiciones de Dios tanto como el hombre que conoce a Dios y está consciente de conocer a Dios. Él es bendecido porque disfruta de una vida de paz, no de paranoia. Él sabe que Dios es su amigo, no su enemigo. Dios no quiere atraparlo. Él disfruta una vida de libertad, no de legalismo. Él no tiene que realizar para ganar o mantener el favor de Dios. Él puede acercarse valientemente al trono de la gracia para obtener misericordia. Él sabe que ha sido aceptado en las manos del Amado. Él tiene confianza y no está condenado.

Pero el creyente inseguro tiene una vida de autocondena constante, nunca muy seguro de su presente con Dios. El que duda de su posición con Dios frecuentemente depende de sus propias obras, arrastrándose de regreso a Dios, prometiendo hacerlo mejor, tomando nuevas resoluciones que nunca podrá cumplir.

¿Has estado en el puente Golden Gate en San Francisco? El puente se extiende 4.200 pies, el más largo del mundo en el momento de su construcción. Puedes imaginarte lo difícil que sería construir tal puente. Cuando se completó, el costo llegó a $ 27 millones de dólares americanos. Durante la construcción de la primera mitad, veintitrés hombres murieron. No se estaban utilizando dispositivos de seguridad. Sin embargo, al construir la segunda mitad del puente, decidieron usar la mayor red de seguridad jamás creada. Esta red salvó las vidas de diez hombres que se cayeron del puente durante la construcción; pero también les permitió a los hombres trabajar un 15-25% más rápido ya que estaban relajados después de haber sido liberados del miedo a caerse. El conocimiento de que estaban seguros les permitió dedicar toda su energía a la tarea. Nadie puede hacer su mejor trabajo cuando tiene miedo de lo que podría pasar. 

Sin duda Dios quiere que vivamos una vida de buenas obras después de que hayamos sido salvados. Si imaginamos a Dios sosteniendo una gran hacha sobre nuestras cabezas, listo para cortarnos, nuestras buenas obras estarán motivadas por el miedo. Servir a Dios por temor, no solo evita que uno haga lo mejor, sino que también le roba alegría. ¡El creyente que conoce a Dios tiene una red de seguridad extendida debajo, puede servir a Dios libremente con un corazón agradecido y amoroso! Que Dios te guíe para convertirte en uno de los que conocen a Dios y saben que lo conocen. Sin tal conocimiento, el creyente camina sobre cáscaras de huevo delante de Dios. Puede encontrarse viviendo una vida de legalismo y autocondena. Con tal conocimiento, puede disfrutar de una vida de libertad y confianza. Si murieras hoy, ¿sabes dónde pasarías la eternidad?