Economía divina, una manifestación correctaMuestra

Economía divina

La palabra economía viene del vocablo griego oikonomos; oikos: casa, nomos: la administración de las leyes y la palabra. En resumen, oikonomos tiene que ver con la administración que el padre hace de los recursos de la casa. La economía divina antes de la cruz, era una administración de los recursos divinos, todo de manera externa. La prosperidad de Israel, nunca fue espiritual, por eso volvían al adulterio espiritual continuamente, venían nuevos reyes y decían: «ya no vamos a ofrecer más sacrificios», y después los veían en los lugares altos, fornicando o adulterando, porque este oikonomos, estos recursos eran externos.

Los grandes héroes de la fe, antes de la cruz, tenían encuentros externos con Dios. Podemos leer que la frase siempre era la misma: «El Espíritu del Señor venía sobre»; quiere decir que por fuera, por tal motivo no había transformación en las personas, ni prosperidad espiritual. Después de la cruz todo el orden cambió, ahora la administración divina es impartida a los que participan de la economía del reino, ya no son casas, dinero, ni territorios físicos; ahora es entregado el dueño de los terrenos, el que se hace llamar Jehová, el único que tiene las capacidades para transformar. Si el pueblo de Israel antes de la cruz tenía lo terrenal, hoy nosotros tenemos lo espiritual que gobierna ese ámbito. Dios pone a cada hijo su Hijo, ahora todo empieza para que lo interno transforme lo externo. 

Hay personas no cristianas que logran graduarse de sus problemas internos; pero en nosotros está el poder para dejar cosas de la antigua naturaleza. ¿Qué sentido nos debe provocar, vernos en la etapa de no graduados? Un sentido de urgencia para salir de esa etapa. 

Las personas creen, que son buenos cristianos por decir: «Dios lo guarde y bendiga», pero nunca llegan a operar en Cristo, porque para entrar en esta etapa instalada en nosotros, debe ser por la nueva naturaleza y no por medio de una cultura externa. 

Cada día la vida es una prueba, pero no es con el fin de mandarlo al cielo o al infierno, es para saber si van a suministrarle el recurso del cielo, que es la herencia; Jesús tenía una problemática con los religiosos que no entendían esto. Los religiosos creían, que con cumplir con ritos y tradiciones era suficiente, hasta ese momento era lo ordenado, para ellos lo máximo era ser como Abraham o David, pero por dentro estaban llenos de pecado. Buscaban ser como David, no para actuar como él, sino para ser reconocidos, tenían las intenciones incorrectas.