El mayor pacto de Cristo: Serie Jesús es más grande #5Muestra
Sin sangre, no hay perdón
Reflexiones de la Palabra
El pacto de la sangre
Esto era una tradición antigua. Si el pacto estaba vinculando a las personas, entonces ellos sellarían el pacto con sangre. La sangre sería derramada y rociada en el documento, como Moisés lo hizo. Ellos sacrificaban un animal dividiéndolo en dos y ambas personas en forma de pacto caminaban entre las dos partes del animal. Ellos caminaban y pisaban la sangre del animal. Esta es la sangre del pacto que Dios hizo con Abraham en Génesis 15:17-18.
En cada caso, la sangre declaraba que el pacto era inquebrantable. Para romperlo requería sangre del sacrificio, algo o alguien debía morir.
Dios está declarando dos cosas aquí:
Primero, el pecado requiere el sacrificio de sangre. El quebrantar Su ley requirió un sacrificio de sangre.
Segundo, la purificación requirió sacrificio de sangre. Sin embargo, había una excepción provista en la ley. Si la persona era muy pobre y no podía proveer un animal, en vez del animal Dios permitía el ofrecimiento de una comida. Quitar la impureza REQUIERE un sacrificio. (Levítico 14:21).
El autor de Hebreos nos recuerda que el testamento se cumple luego de la muerte solamente. Fue igual al primer pacto que Dios hizo con Israel. Es igual que el pacto que Dios hace con nosotros hoy y el segundo pacto se cumple solamente luego de la muerte de un animal, o para nosotros, la muerte de Jesús.
Oración:
Padre, me maravillo de Tu compromiso con nosotros. Tú no solo nos provees el pacto para que podamos estar en comunión Contigo, sino que provees el sacrificio para hacer que el pacto entre en vigor. ¿Qué hicimos? Lo recibimos. Nosotros no tuvimos que pagar el precio para obtener este pacto Contigo y nosotros no tuvimos que pagar el precio para romperlo. Tú proporcionaste cada sacrificio. Tú pagaste cada precio. Tú proporcionaste cada camino. Qué más podemos decir sino, ¡gracias! Perdónanos cuando nosotros tratamos el pecado tan tranquilamente y el costo del pecado tan bajo. Solo porque fue gratis para nosotros no quiere decir que no fue a un gran costo. Pero el costo fue asumido por Ti. Gracias, gracias, gracias. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
Nosotros leemos en la Palabra de Dios que sin el derramamiento de sangre, no podría haber perdón. Y que la obediencia es mejor que el sacrificio. La manifestación de estas palabras se llevaron a cabo cuando la obediencia de Jesús permitió el derramamiento de Su sangre y el sacrificio definitivo fue consumado, ¡por nosotros! En este Plan 5 de 9 del libro de Hebreos veremos que aunque la salvación es gratis para nosotros, tuvo un gran costo que Jesús pagó.
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