El mayor pacto de Cristo: Serie Jesús es más grande #5Muestra
Cómo funcionaba el antiguo Tabernáculo
Reflexiones sobre la Palabra
Esta descripcion del Tabernáculo (la tienda donde estaba la presencia de Dios antes que el templo fuera construido) muestra dos cosas.
La primera, nadie podía tener acceso a la presencia de Dios libremente. Dios no permitía a la humanidad entrar en Su presencia.
La segunda, no importaba qué hiciéramos (ofrendas, regalos, sacrificios), no podíamos arreglarnos a nosotros mismos de tal manera que pudiéramos estar en Su presencia. Aunque hiciéramos todo el esfuerzo posible, esto nunca hubiera sido suficiente para limpiar nuestras consciencias y poder estar en la presencia de Dios. Todos los ofrecimientos y lavamientos (ninguno de estos nos hacen aceptables para entrar en Su presencia). Todo esto fue provisional hasta que vino Jesús.
Nosotros creemos que porque actualmente podemos entrar en la presencia de Dios en cualquier momento, en ese tiempo también. Esto no es verdad. Nosotros tenemos un enorme privilegio, ¡y no estamos tomando ventaja de ello!
Nosotros podemos entrar en la presencia de Dios en cualquier momento, y no lo hacemos. ¡Hagámoslo!
Oración
Padre, es tan fácil para mí acercarme a Ti en cualquier momento, soy siempre bienvenido a Tu presencia, aun así me olvido cuán asombroso es esto. Lo siento. Ayúdame a acercarme a Ti más seguido, solo para decir "gracias" o para bendecir Tu nombre. Perdóname cuando me encuentre muy ocupado. ¿Cómo puedo estarlo para entrar a la presencia de mi Creador y Salvador? Aun así lo estoy.
Déjame conocer hoy lo cercano de Tu presencia. Permíteme acercarme a Ti más hoy. Con problemas y necesidades, sí. Pero quiero acercarme más que solo por el hecho de hacerlo. Amo estar en Tu presencia. En el nombre de Jesús. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Nosotros leemos en la Palabra de Dios que sin el derramamiento de sangre, no podría haber perdón. Y que la obediencia es mejor que el sacrificio. La manifestación de estas palabras se llevaron a cabo cuando la obediencia de Jesús permitió el derramamiento de Su sangre y el sacrificio definitivo fue consumado, ¡por nosotros! En este Plan 5 de 9 del libro de Hebreos veremos que aunque la salvación es gratis para nosotros, tuvo un gran costo que Jesús pagó.
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