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Manténganse En El Amor De DiosMuestra

Manténganse En El Amor De Dios

DÍA 2 DE 7

El Dios de gracia guarda a los suyos

Al único Dios... que puede guardarlos para que no caigan. Cuando se considera el contexto de esta oración, la siguiente pregunta es crucial: ¿a quiénes preserva el Señor Jesús de esta manera? El caso de Judas Iscariote demuestra, que Dios no guarda de la apostasía a todo el que profesa vanamente ser creyente y seguidor de Cristo. Entonces, ¿a quiénes preserva? Sin duda, Dios preserva a todos los redimidos y nacidos de nuevo. Quienes manifiestan por un auténtico compromiso a la fe y esfuerzo en la gracia; y obedecen las exhortaciones que se encuentran en los versículos 20 a 23 de Judas. Esto lo hace, como expresión del hombre espiritual que responde al diseño de Dios. 

Estos creyentes verdaderos, lejos de conformarse con el conocimiento y estado espiritual que ahora tienen, tratan sinceramente de seguir edificándose en su santísima fe. Los que tienen un auténtico amor a Dios, lejos de ser indiferentes al estado de sus corazones, velan celosamente por sus afectos, para que su amor a Dios, pueda ser preservado en condición pura, sana y vigorosa, haciendo naturalmente obras de consagración y obediencia a Dios. 

Estos verdaderos santos, lejos de deleitarse en coquetear con el mundo y dar lugar a sus deseos carnales, tienen su corazón ocupado en aborrecer hasta la ropa que haya sido contaminada por su cuerpo. El autor ilustra esta amonestación con el trasfondo de la cultura judía, donde la ropa del leproso era declarada inmunda y no debía tocarse. Así debe ser la actitud ante las obras de las tinieblas.

Estos verdaderos hijos, oran fervientemente por la ayuda del Espíritu Santo, para el cumplimiento de todos los planes que Dios ha marcado en su propósito eterno con ellos. Están profundamente solícitos por el bienestar de sus hermanos en Cristo. A estos, a pesar de sus debilidades y flaquezas, Dios infaliblemente los preserva de la apostasía con su poder y gracia.

La preservación en la fe de un redimido no se debe a los propios esfuerzos que él mismo realice para hacer la voluntad de Dios, ya que nuestras fuerzas, enflaquecidas por la debilidad de nuestra naturaleza, no son suficientes para preservarnos. 

Sin embargo, Dios, apiadado de nuestra inconstancia natural y de nuestra debilidad, ha provisto un mecanismo excelente para hacernos perseverar en la fe. Ha quitado esta carga de nuestros hombros y la ha tomado toda para sí, nos proporciona el consuelo bienhechor, de que no podremos zafarnos de sus manos, porque somos suyos y Él nos cuida. 

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Manténganse En El Amor De Dios

Frecuentemente oramos basados en nuestro sentimiento y no en nuestro entendimiento. Por este motivo, Pablo nos exhorta a orar con el espíritu, pero orar también con el entendimiento. Manténganse en el amor de Dios, Judas dice, cuiden que el amor de ustedes hacia Dios sea preservado en un estado puro, sano y vigoroso. 

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Nos gustaría agradecer a Basilio Patiño, autor del libro "Oración en el nuevo pacto" Tomos 1, 2 y 3, director de la Red Ministerial Apostólica de REMA, en acuerdo con El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información sobre los ministerios, visite: http://www.redrema.org y http://www.elcentronetwork.com