Llamados a la comunión con CristoMuestra

Confirmados en Cristo

La predicación apostólica del evangelio, con el poder del Espíritu, enriquecía a estos creyentes con dones espirituales. Como todas las bendiciones y dones divinos, estos dones fluyen a través de Cristo a los corazones de todos los renacidos que los reciben con buena disposición.

La palabra confirmar, proviene del término griego «bebaios», que tiene tres connotaciones, según se define en El Vocabulario del Nuevo Testamento Griego, por Moulton y Milligan.

1. Algo que es seguro, cierto o en que se puede confiar. 
2. El proceso por el cual, el valor de algo es mostrado o establecido. 
3. En el primer siglo en un papiro coiné encontrado en Egipto, la palabra bebaios, se usaba como un término técnico para una garantía legal.

Pablo enseña a los corintios que todos los creyentes son miembros del cuerpo de Cristo, y así son uno con Él por una unión de amor, viva y permanente. Dios nos ha llamado a esta unión, comunión, asociación, y por medio de este hecho nos ha dado la prueba y promesa de que seremos confirmados hasta el fin. Si Dios nos considerase separadamente de Cristo, seríamos pobres seres, perecederos, nos disolveríamos pronto y seríamos llevados a la destrucción. Pero siendo uno con Cristo, somos participantes de su naturaleza y estamos dotados de su vida inmortal. Nuestro destino está unido con el de Cristo, y como Él no puede ser destruido, no es posible que perezcamos nosotros.

Reflexiona mucho en esta comunión con el Hijo de Dios, a la cual has sido llamado, porque en ella radica toda tu esperanza. No debes resignarte a vivir en una condición de pobreza, puesto que en Cristo Jesús has sido enriquecido y ahora eres partícipe de todo lo suyo. ¿Qué te podrá faltar, si eres copropietario con el dueño del cielo y de la tierra? Por medio de tal comunión, superas toda depresión de esta época, de los cambios futuros y del impacto del fin de todas las cosas. El Señor te ha llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo y por ese acto, te ha colocado en una posición de seguridad infalible.

Si eres de verdad nacido de nuevo, eres uno con Cristo, y por lo tanto, estás a salvo. ¿Te das cuenta que esto tiene que ser así? Cuentas con una confirmación segura hasta el fin, hasta el día de su venida, por cuanto has sido hecho uno con Él por un acto irrevocable de Dios. Con certeza podemos decir que, Cristo y el creyente, se encuentran en la misma posición, y como Jesús ha vencido, el creyente no puede ser derrotado por nada ni nadie, en razón a que Él ha otorgado a sus redimidos una unión irrompible y comunión íntima.