Toda acción tiene consecuenciasMuestra
¡Siempre cosechamos lo que sembramos!
Muchos quieren sacar del mundo la justicia de Dios, ¡no, señores!, este mundo no sobrevive sin ella, la “justicia divina”, y no hablo del infierno, sino de la justicia de Dios de este lado de la eternidad. Ella nos protege. El Evangelio de Lucas dice que Dios hará justicia a sus escogidos que claman a él día y noche, es decir, que esa justicia que nos cuida, también protege a los demás de nuestras malas acciones y nos obliga a sembrar lo bueno. No nos cansemos de hacer el bien porque nadie se burla de la justicia de Dios; ¡siempre cosechamos lo que sembramos!
Cuando Josafat vio los ejércitos que venían contra él, consultó a Dios y se preguntó por qué las cosas salían mal. Inmediatamente recordó que el profeta Jehú le dijo que el Señor no ayudaría a los perversos ni amaría a los que lo odian; debido a lo que Josafat hizo, Dios estaba enojado con él. ¿Qué hizo para que el Señor estuviera así y le quitará su protección? El segundo libro de Crónicas dice que disfrutó de riquezas y gran estima, todos lo querían, y no hay nada malo en eso, el problema es que hay gente que cuando se enriquece, llega a la iglesia mirando por encima del hombro y expresa «¡aquí nadie es digno de mis hijos!», y corren a buscar candidatos en las universidades o los lugares de los ricos, despreciando a la familia de Dios. ¡Ese fue el pecado de Josafat!: se creía de mejor familia y la Biblia dice que hizo una alianza con el peor rey de la historia de Israel, esposo de Jezabel, y casó a su hijo Joram con Atalía, la hija de Acab. Ese pecado perjudicó a Judá muchos años.
Acerca de este Plan
Un análisis de Josafat, su integridad, sus errores y sus victorias nos ocupa en este devocional. El autor suma a esa historia un panorama de algunos personajes de la Biblia y sus quejas, alabanzas, temores y malas decisiones; así como sus aciertos al cambiar su manera de pensar y actuar. Todo para llevarnos a concluir que cada acción tiene consecuencias.
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Nos gustaría agradecer a Andrés Corson, pastor de la iglesia El Lugar de Su Presencia en Bogotá, Colombia, en un acuerdo con El Centro Network para este plan. Si desea saber más sobre estas organizaciones, visite http://www.supresencia.com y http://www.elcentronetwork.com