De sin energía a lleno de poderMuestra
El momento y el propósito
Por lo menos, cuatro factores marcan la diferencia entre una señal milagrosa y un fenómeno natural: el momento, la ubicación, el propósito y si fueron predichos. Estos factores también nos ayudan a determinarlo en la esfera personal.
El momento
Cuando Moisés declaró la plaga de insectos, por ejemplo, le dijo al faraón: «Mañana tendrá lugar esta señal», y así fue. Cuando dijo que Egipto sería devastado por el granizo, «mañana como a esta hora», ¡el granizo descendió en esa misma hora! Esta sincronía precisa indica no una ocurrencia natural, sino una divinamente planeada. Lo hemos escuchado una y otra vez, y abordado en detalle: el tiempo de Dios es perfecto. Su milagroso sentido del tiempo hizo llover maná y codornices del cielo para alimentar a Moisés y sus peregrinos. Dios en su tiempo perfecto, por medio de su magnífico poder, logra su voluntad eterna.
Propósito
Los actos de poder de Dios tienen un propósito más alto que está ausente en un fenómeno meramente natural. Cuando Jesús caminó sobre el agua, ¡no lo hizo para probar que podía flotar! Sino para demostrar que Dios puede hacer cualquier cosa que se proponga, sin importar las leyes de la materia. Cuando resucitó, no fue un truco de feria, sino la derrota permanente de la muerte y el pecado. Los milagros de Dios tienen un propósito; no son un fenómeno de circo. El «porqué» de los milagros y las plagas es para declarar la grandeza de Dios.
Debemos entender esto personalmente. El milagro de la dirección de Dios en nuestra vida no es solo para bendecirnos. Con facilidad podemos caer en pensar que la guía de Dios es para nuestro propio placer. Pero cuando Dios obra en abrir y cerrar puertas, nuestra vida brilla con su grandeza para que los demás lo vean. No somos los recipientes de los milagros tanto como somos los vehículos para ellos. Como un bumerán, vienen de Él a través de nosotros y de regreso a Él.
Los milagros son una combinación de un Padre bendiciendo amorosamente a sus hijos y mostrando su poder a otros. Estamos agradecidos por la bendición, pero entendemos que el propósito es más alto que nuestra perspectiva. De hecho, Él mismo lo dijo en el mensaje que le dio a Moisés que le diera al faraón, dijo que el propósito era: «Para que sepas que no hay otro como Yo en toda la tierra».
Acerca de este Plan
Dios es nuestra fuente de poder. No existe duda alguna sobre el poco avance que podríamos lograr para su Reino si fuéramos dejados a nuestros propios recursos. Las plagas que Dios envió sobre los egipcios tenían sobre ellas las señales delatoras de ser verdaderos milagros. En nuestro propio viaje de descubrimiento, podemos esperar lo inesperado: que Dios se presente con su asombroso poder.
More
Nos gustaría agradecer a Gregg Matte en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en:http://www.bakerpublishinggroup.com/ y http://elcentronetwork.com/ y https://houstonsfirst.org/