Vivamos con dignidadMuestra
Dios no puso los sentimientos para que te gobiernen
Dios nos entregó los sentimientos de tristeza y de alegría como parte de nuestra vida, no son sentimientos malos en sí mismos. Como ser humano, es natural vivirlos, está bien experimentar cualquier tipo de sentimiento, siempre y cuando los canalicemos para que nos ayuden a vivir correctamente; no para que nos sometan y que reaccionemos según como nos sintamos. Los sentimientos se deben alinear a los valores de nuestra vida.
Hay sentimientos que también son físicos, como hambre, sed, debilidad, dolor, sueño, cansancio, deseos de ir al baño, y deseos sexuales, que son buenos, canalizados correctamente. Todos estos sentimientos tanto los del alma, como los físicos son indicativos de algo que nuestro cuerpo requiere o un sentimiento causado por alguna situación externa. Pero ninguno de estos sentimientos debe determinar lo que debo hacer. Hay sentimientos como el enojo, alegría, odio, decepción, desanimo, satisfacción, que aunque están presentes en todos los seres humanos, no deben gobernarnos, y la diferencia está en cómo debemos canalizarlos para que se alineen con nuestros valores en Cristo. No deben dictar lo que está bien o mal, eso está determinado por nuestros valores.
Por ejemplo, si a un ladrón le va bien en el robo que efectuó, se va a sentir bien a pesar que hizo algo muy malo. No porque se sienta alegre quiere decir, que estuvo bien lo que hizo. Si hubiera fallado en su robo, seguramente se sentiría triste, porque el robo que planeó no le salió bien. Un violador que no pudo violar a su víctima, se va a sentir triste porque no lo pudo hacer, porque no salió como lo había planeado. Por eso, la sensualidad es el gobierno de los sentidos sobre la persona; y el sentir no debe gobernar las decisiones, lo que debe gobernar las decisiones son los valores positivos que están de acuerdo con la verdad, que es Cristo. Por lo tanto, los hijos de Dios no debemos vivir reaccionando con base en lo que vivimos, no debemos movernos por los sentimientos, sino basados en la verdad.
¿Qué te está gobernando en tus decisiones, tus valores en Cristo o tus emociones producidas por las circunstancias pasajeras? Oro al Padre, para que tus sentimientos sean gobernados por el Espíritu Santo que te habita.
Escrituras
Acerca de este Plan
Los hijos de Dios somos embajadores de Cristo, así nos lo describe el Apóstol Pablo. Un embajador es representante de su país ante una nación que no es la de él. Tú y yo somos representantes de Cristo en la tierra, debemos vivir con la dignidad que Dios nos dio en la cruz del calvario y que nos liberó del pecado, de la naturaleza de Adán y depositó su vida para vivir como Él manda. Seamos ejemplo de Cristo en la tierra.
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Gerardo Cárdenas, pastor de la iglesia El Centro Cristiano Alfa y Omega en Houston, y El Centro Woodlands en The Woodlands, Texas en convenio con El Centro Network. Si desea saber más de estas organizaciones, por favor visite http://www.enelcentro.org y http://www.elcentronetwork.com