Fe como un grano de mostazaMuestra

La dimensión correcta de la fe

Hay una gran diferencia entre tener fe en Dios y tener fe a Dios. Todo el mundo dice, yo creo en Dios. Pero eso no produce nada, porque no es creer en Dios, sino creer a lo que Él dice, tener fe en su Palabra. Es otra dimensión. Es creer a lo que Él dice. Cuando Pedro estaba en la barca en medio de la tormenta con los otros discípulos, y ve a Jesús venir caminando sobre las agua, le dice si eres tú, dime que vaya hacia ti, Pedro tuvo fe en lo que dijo, en la Palabra. Cuando vio las olas, comenzó a hundirse. De repente comenzó a creer más en las condiciones físicas que en la Palabra. 

Necesitamos para las cosas prácticas de la vida comenzar a creer a Dios, en nuestras capacidades no es posible. Pero si él dice que puedo hacer lo que dice, entonces puedo perdonar a aquellas personas que me han ofendido y puedo comenzar a vivir una vida de libertad, de manifestar las realidades del reino de Dios. La vida en Cristo no es una vida espiritualoide, es una vida espiritual, es una vida que se traduce a las cosas prácticas. El reino de Dios es para la tierra y para el día de hoy. Es para caminar y para la familia, es para aprender a criar a nuestros hijos, a relacionarnos con todas las personas, en eso consiste la vida en Dios. 

En ninguna parte de las Escrituras se nos enseña lo que vamos a hacer allá, cuando termine nuestra vida en la tierra. Él nos enseña lo que debemos hacer aquí en la tierra. Nos puso en esta tierra y nos dio la vida, porque da gran valor a lo que hagamos aquí. Por eso las Escrituras dicen cómo hablar, con quien relacionarte, cómo hacer las cosas, tienen que ver con el ahora. Nunca nos dice que allá vamos a hacer quien sabe que cosas. Para poder vivir aquí, una de las cosas más importantes es aprender a vivir aquí. No como algunos dicen: perdono pero no olvido. Perdonar es exactamente como Dios hizo con nosotros, no se vuelve a acordar de nuestros pecados, los puso en lo profundo del mar. Es un caso juzgado y es un caso cerrado. 

Cotidianamente vamos a confrontarnos con personas a las que tenemos que perdonar, necesitamos ejercer la mente de Dios, el carácter de Dios, el corazón de Dios y es perdonar para restaurar relaciones, como si no hubiera sucedido absolutamente nada. Si tenemos fe como un grano de mostaza, de que esto es verdad, vamos a practicar una vida de perdón. Una fe pequeña en un Dios muy grande, es lo que nos da esa capacidad. 

Si quieres aprender más acerca del tema de este devocional, escucha el sermón completo en Vimeo https://vimeo.com/204706494