Fe como un grano de mostazaMuestra

¿Aumentar la fe?

La reacción de los apóstoles, ante la enseñanza de Jesús de perdonar siete veces cada día, si el ofensor se arrepentía, fue decir: auméntanos la fe, porque no sabemos cómo operar en esto.  Pensaban que para hacer esto necesitaban una fe más grande. La fe que tenían, no les alcanzaba para vivir lo que Jesús  enseñaba. Como muchos, los discípulos pensaban que con una fe más grande, podían hacer cosas mayores. Pero no es así en este principio de vida. Jesús les dijo en cambio, que necesitaban una fe como un grano de mostaza, es decir tan grande como la punta de un lápiz. Jesús quiere redireccionar a sus discípulos, para cambiar la mentalidad, porque no se trata del tamaño de la fe;  está diciendo que no depende de la magnitud, de la cantidad de fe. 

Hay personas que tienen gran fe en diferentes cosas, objetos diferentes, personas diferentes, pero no importa el tamaño de tu fe, sino el tamaño de en quien tienes fe. Si tienes una fe del tamaño de un grano de mostaza en Dios el creador del universo, el Dios de Isaac, de Jacob, de Abraham, el Dios revelado en la Escritura, esa fe puede producir cosas en lo natural, que serían imposibles, pero que son realizables con la fe en el Dios verdadero. 

¿Crees que se puede perdonar a alguien siete veces al día? Jesús dice que podemos perdonar siete veces al día, los siete días de la semana, todas las semanas del año; es decir los 365 días del año perdonando siete veces al día a la misma persona. Es una cantidad enorme de veces para perdonar a alguien. Cuando escucharon que se debía perdonar siete veces al día, dijeron: ¡eso no se puede si nuestra fe no es aumentada! Reconocieron que no tenían la capacidad de hacerlo, porque se conocían a sí mismos. Sabían cómo pensaban. Jesús les dice, si tuvieran la fe del tamaño de un grano de mostaza le hablarían al árbol de sicomoro, ese árbol se desarraigaría y se iría al mar. La enseñanza de Jesús es que hay cosas que son imposibles en lo natural, pero que con la fe en el Dios grande, aunque sea una fe muy pequeña, se puede lograr.