Pureza intelectual Muestra

Esclavizados por las atracciones de la vida

Es trágico ver tantos ejemplos en las Escrituras, de hombres y mujeres de Dios, esclavizados por las atracciones de la vida. En Jueces 14, tenemos el ejemplo de Sansón, quien fue a Timnat, y vio a una mujer de las hijas de los filisteos; y pidió a sus padres, que la tomaran por mujer para él. Sansón era un hombre poderoso, de gran valentía y coraje, y también una persona atractiva. Sin embargo, cuando vio a cierta mujer en Timnat pidió con ruegos, que fuera para él. Observa la reacción de sus padres: «Y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Y Sansón respondió a su padre: Tómame esta por mujer, porque ella me agrada».  

Los padres de Sansón no podían entender por qué tuvo que dirigirse a los filisteos para hallar una esposa. No podían entender por qué tenía que buscar a su esposa entre los paganos. Era evidente que ella no era la persona para él, no obstante, la respuesta de Sansón fue enfática. «Tómame esta mujer, porque ella me agrada». Las atracciones de la vida, la belleza y la sensualidad fueron demasiado para Sansón, y tuvo que pagar las consecuencias de haber sido esclavizado por ellas. 

David, el gran rey de Israel, fue otro ejemplo de alguien atrapado por las atracciones de la vida. En 2 Samuel leemos parte de esta triste historia, cómo fue atraído por una mujer que se bañaba y era hermosa. Preguntó por ella, y le informaron que estaba casada, sin embargo, no le importó y pidió que se la llevaran.  Pasó la noche con ella, a pesar que sabía que no podía hacerlo. Betsabé era una mujer muy hermosa para contemplar. David, respondió al estímulo visual al verla, se sintió atraído y entonces averiguó quién era. Los pasos se aceleraron, la atracción se convirtió en una trampa y el pecado ganó su vida, por la pobre reacción espiritual que tuvo ante ella. Sí, Betsabé tenía un aspecto hermoso, no obstante, el pecado no fue su belleza. 

El hecho de que David se quedara pensando en ella y fantaseando en su corazón, fue lo que generó una serie de pecados. Esto es lo que sucede cuando no somos capaces de cuidar nuestro corazón.