Respondemos a Dios

¿Qué hacemos nosotros en la salvación? Dios salva, y cuando lo hace nos toca participar por responder a Él. ¿Cómo debemos responder a Dios cuando Él nos está salvando? Respondemos por oír el Evangelio, creer el Evangelio y tomar la decisión de entregarnos a Dios por arrepentirnos y bautizarnos.

Respondemos por oír

Responder a Dios empieza por oírle. Para ser salvos, tenemos que oír el Evangelio — la gran noticia de la salvación en Cristo —. En resumen, el Evangelio es que: Somos malos (nos hemos rebelado contra Dios), y Dios ofrece salvación en Cristo (por su vida perfecta, muerte no merecida y resurrección de la muerte). Cada persona que Dios salva tiene que oír esto de una forma u otra. Si no escuchamos (o porque no queremos oírlo o porque nadie nos lo cuenta), no podemos ser salvos. Entonces, tenemos que participar en nuestra salvación por oír el Evangelio.

Respondemos por creer 

También participamos en nuestra salvación por creer el Evangelio. Este creer se llama “fe”. Es creer en nuestra necesidad (que nos hemos rebelado contra nuestro Creador y que estamos condenados a recibir su ira); es creer en Jesús (que es el único Hijo de Dios quien tomó forma de hombre y vino a nuestro mundo y vivió una vida perfecta, sufrió una muerte no merecida y resucitó victorioso de la muerte.) y es creer en la salvación de Dios (que en Jesús, Dios ofrece perdón, paz consigo y adopción como sus hijos). Creer el Evangelio, poniendo nuestra fe y confianza en Jesús, es parte de responder a Dios y participar en nuestra salvación. 

Respondemos por tomar una decisión

Creer el Evangelio de verdad nos lleva a tomar la decisión de entregarnos a Dios. La Biblia demuestra cómo tomamos la decisión de seguir a Jesús: lo hacemos por arrepentirnos y bautizarnos.

Arrepentimiento

Parte de tomar nuestra decisión de seguir a Jesús es arrepintiéndose. El arrepentimiento es tomar una decisión con la mente y el corazón. El arrepentimiento es producto de reconocer nuestro pecado y sentir una tristeza profunda al darnos cuenta de cuánto hemos ofendido a nuestro Creador. Este arrepentimiento es renunciar a nuestro intento de ser el Soberano de nuestra vida, y humildemente aceptar la soberanía de Dios. Es decidir que Dios será nuestro Jefe y que nos someteremos a Él.

Bautizmo

También tomamos nuestra decisión de seguir a Jesús por bautizarnos (ser sumergido en agua). Si el arrepentimiento es tomar la decisión de seguir a Jesús con el corazón y la mente, entonces el bautismo es tomar la misma decisión con todo el cuerpo. El bautismo es el momento decisivo en el cual finalizamos nuestra decisión de entregarnos a Dios y entramos en una nueva relación con Cristo. El bautismo no es un rito espiritual separado de tomar la decisión de seguir a Cristo, sino es el elemento físico de esta misma decisión.

Entramos cuando respondemos

Dios nos salva — hace la obra de atraernos a Él mismo y de hacernos nuevos —, y nosotros respondemos por tomar la decisión de seguirle. La tomamos por creer en Él, arrepentirnos y bautizarnos. Y entramos en la salvación cuando respondemos así a Dios. Respondemos porque Dios nos está salvando, y en este momento de responder a Él, Dios nos salva.