ALIMENTA TU FEMuestra

La oración es la clave para tener fuerzas y hacer lo bueno, así lo dijo Jesús. Pero no estaba hablando de los 10 segundos que usamos a la hora de comer, bueno si acaso oramos por nuestros alimentos.

 Tampoco del minuto que usamos al acostarnos o levantarnos, otra vez si acaso recordamos dar gracias por un día nuevo.

 Ya de verdad ¿cuánta importancia le has dado a la oración hasta ahora? y, ¿cuántas pruebas has tenido de las que no has salido ganador? Lo bueno de la Biblia es que no oculta los errores que han cometido los protagonistas de las historias que nos cuenta y los deja allí para que aprendamos de ellos y sepamos lo que tenemos que evitar. 

Cualquiera diría que a la par de Jesús podría orar muchas horas seguidas pero aquí vemos a los discípulos profundamente dormidos. Y si la verdad, nos pasa, que cierras los ojos y el sueño viene a ti inmediatamente, por eso es mejor hacerlo cuando no estás cansado. 

Dios conoce el futuro, sabe a lo que tendrás que enfrentarte mucho antes de que tu lo sepas, por eso al orar y mantener una relación con Dios, logramos que Dios nos prepare para lo que traerá el futuro. 

El papel de Dios no es quitar todas las pruebas. No, Él lo que hace es darnos fortaleza y alimentar nuestra fe. Si ya estas dedicando tiempo a la oración, ¡te felicito! y te animo a que aumentes ese tiempo, sino lo estás haciendo que te parece si este día decides iniciar tu tiempo de oración. 

Busca a Dios, solo el conoce el futuro y te puede preparar para lo que sea que te toque vivir.