Oswald Chambers: Alegría - Fuerza en el SeñorMuestra

Las Escrituras están llenas de admoniciones para regocijarse, alabar a Dios, cantar en voz alta de alegría; pero solo cuando uno tiene motivos para regocijarse, alabar y cantar en voz alta, estas cosas se pueden hacer realmente desde el corazón. En el ámbito físico, el hombre enfermo promedio no tiene una visión muy brillante de la vida, y con los enfermos en el alma, la verdadera alegría y el brillo son imposibles. Hasta que el alma se cure, siempre hay un temor y un temor subyacentes que le quitan la alegría y el gozo inefable que Dios desea para todos Sus hijos.

Solo cuando Dios toma una vida en la mano puede venir la liberación del desaliento. Vivir en la paz y la alegría del perdón y el favor de Dios es lo único que traerá alegría.

Preguntas para reflexionar: ¿Cuál es mi razón para regocijarme? ¿De qué enfermedad, física o espiritual, he sido curado? ¿De qué desaliento me han entregado? ¿De qué miedo he sido liberado?

Citas tomadas de Obreros de Dios, © Discovery House Publishers