Oswald Chambers: Alegría - Fuerza en el SeñorMuestra

El gran motivo e inspiración del servicio no es que Dios me haya salvado, santificado o sanado. Todo eso es un hecho, pero el gran motivo del servicio es la constatación de que cada parte de mi vida que es de valor le debo a la Redención. Me doy cuenta con alegría de que no puedo vivir mi propia vida; soy un deudor de Cristo y, como tal, solo puedo realizar el cumplimiento de Sus propósitos en mi vida.

La alegría de Jesucristo fue en la entrega absoluta y el sacrificio de Sí mismo a Su Padre, la alegría de hacer lo que el Padre lo envió a hacer, y ese es el gozo que Él ora que pueda estar en Sus discípulos. No se trata de intentar trabajar como lo hizo Jesús, sino de tener la presencia personal del Espíritu Santo que obra en nosotros la naturaleza de Jesús. Uno de los consuelos del camino es la alegría insondable del Espíritu Santo manifestándose en nosotros como lo hizo en el Hijo de Dios en los días de su carne.

Preguntas para reflexionar: ¿Qué me alegra de darme cuenta de que no puedo vivir mi propia vida? Si Jesús encontró alegría en la rendición, ¿qué tengo que esperar al tener a Cristo viviendo a través de mí?

Citas tomadas de Envíame a ti, © Discovery House Publishers