Cuénteme un CuentoMuestra

HISTORIA #2: Me van a despedir del empleo En la actualidad, cuando se produce un despido empresarial, se hace de manera sorpresiva, sin advertencia. Un guardia de seguridad acompaña al despedido a su escritorio, observa mientras lo limpia, toma las llaves, y lo acompaña hasta el estacionamiento. Hay una razón para esa aparente frialdad: un empleado descontento le puede hacer una increíble cantidad de daño a los negocios de la compañía ya sea por sabotaje o por robo. En la parábola de Jesús, el acaudalado propietario de la empresa cometió un error crítico, le avisó al mayordomo antes de quitarle la autoridad en la oficina de la empresa. “Ya no podrás más ser mayordomo”. Entonces el mayordomo dijo para sí: “¿Qué haré?, porque mi amo me va a quitar la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza” (Lucas 16:2,3). Lo primero que hizo bien el mayordomo fue tomar muy en serio la advertencia; sabía que el tiempo era muy corto, y actuó en consecuencia. Se devanó los sesos para urdir un plan que le permitiera utilizar los recursos con rapidez, mientras los tenía. ¿Está usted alerta de la brevedad de su tiempo?