Encontrando su camino financieroMuestra

Distinga los deseos de las necesidades.

La mayoría de las veces, lo que queremos no es lo que necesitamos. Y si somos honestos, nos han dado mucho más de lo que realmente necesitamos. Necesitamos comida, ropa y refugio. Queremos todo lo demás.

Entonces, ¿cómo encontramos alegría cuando no podemos obtener lo que queremos? La satisfacción
depende de nuestras actitudes, no de nuestros estados de cuenta bancarios. Si siempre buscamos ganar más dinero, obtener más recursos y adquirir más riqueza para nosotros mismos, no estamos usando el dinero como Dios lo diseñó para ser usado.

El dinero es una herramienta para satisfacer nuestras necesidades, satisfacer las necesidades de los demás y brindar la oportunidad de devolver a Dios como un acto de adoración. Al dar a Dios, estamos declarando que no encontramos nuestra satisfacción en el dinero, sino en Jesús. Jesús es quien nos provee. Amar el dinero más que Dios lleva al dolor, la decepción y el pecado. Pero cuando confiamos en que Dios cubrirá nuestras necesidades, podemos encontrar nuestra satisfacción en él.

El dinero se agotará, pero Dios es un dador generoso que está con nosotros a través de todo, pase lo que pase. Él nos proporciona, más allá de lo que esperamos. Cuando confiamos y le obedecemos con nuestro dinero y nuestras vidas, recibimos su amor rico y la transformación que crea en nosotros.

Piensa:
1. ¿Cuáles son dos cosas que quieres pero que realmente no necesitas? ¿Confiarás en que Dios te los proporcionará (o que sabes mejor que no los necesitas)?
2. En una escala de 1 a 10, ¿qué contenido tienes? ¿Por qué elegiste ese número?
3. El descontento comienza cuando creemos que Dios no tiene nuestros mejores intereses en el corazón. ¿Cuáles son las tres formas en que Dios te ha sido fiel este mes?

Ora:
Jesús, gracias por siempre tener mi mejor interés en el corazón. Ayúdame a estar contento contigo y solo.