Tú eres nuestro santo Dios; vienes de la región de Temán, vienes del monte Parán. Tu grandeza ilumina los cielos; la tierra entera te alaba. Un gran resplandor te rodea; de tus manos brotan rayos de luz y dejan ver tu poder escondido. Plagas terribles anuncian tu llegada; vas dejando en el camino graves enfermedades. Cuando tú te detienes, la tierra se pone a temblar; cuando miras a las naciones, todas ellas se llenan de miedo; los cerros se desmoronan, las antiguas montañas se derrumban; ¡hasta he visto temblar de miedo a la gente de Cusán y de Madián, porque tú has vuelto a actuar!
Leer Habacuc 3
Compartir
Comparar todas las versiones: Habacuc 3:3-7
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos