Jehová, escucha mi oración, Y llegue a ti mi clamor. No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate a responderme el día que te invocare. Porque mis días se han consumido como humo, Y mis huesos cual tizón están quemados. Mi corazón está herido, y seco como la hierba, Por lo cual me olvido de comer mi pan. Por la voz de mi gemido Mis huesos se han pegado a mi carne.
Leer Salmos 102
Escuchar Salmos 102
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmos 102:1-5
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos