«Escucha, Israel, pueblo mío; voy a hablar y a testificar contra ti. Yo soy Dios. Yo soy tu Dios. No voy a reprenderte por tus sacrificios, ni por los holocaustos que siempre me ofreces; no voy a tomar ningún becerro de tu casa, ni ningún macho cabrío de tus apriscos, pues míos son todos los animales del bosque, ¡los miles de animales que hay en las colinas! Mías son todas las aves de los montes; mío es todo lo que se mueve en los campos. »Si yo tuviera hambre, no te lo diría, pues el mundo y su plenitud me pertenecen. ¿Acaso me alimento con carne de toros, o bebo sangre de machos cabríos? Yo soy el Dios altísimo; en vez de sacrificios, ofréceme alabanzas y cúmpleme todos los votos que me hagas. Invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás.»
Leer Salmos 50
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmos 50:7-15
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos