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2 Samuel 22:26-51

2 Samuel 22:26-51 RVC

»Señor, tú eres fiel con el que es fiel, e intachable con el que es intachable. Juegas limpio con quien juega limpio, pero al tramposo le ganas en astucia. Tú salvas a los humildes, pero humillas a los soberbios. Señor, mi Dios, tú mantienes mi lámpara encendida; ¡tú eres la luz de mis tinieblas! ¡Con tu ayuda, mi Dios, puedo vencer ejércitos y derribar murallas! »El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor, acrisolada; Dios es el escudo de los que en él confían. ¡Aparte del Señor, no hay otro Dios! ¡Aparte de nuestro Dios, no hay otra Roca! Dios es quien me infunde fuerzas; Dios es quien endereza mi camino; Dios es quien me aligera los pies, y me hace correr como un venado. Dios es quien me afirma en las alturas; Dios adiestra mis manos para el combate, y me da fuerzas para tensar el arco de bronce. »Tú me diste el escudo de tu salvación, y con tu bondad me engrandeciste. Me pusiste sobre un terreno espacioso, para que mis pies no resbalaran. Así pude perseguir y alcanzar a mis adversarios, ¡y no volví hasta haberlos exterminado! Los herí, y ya no se levantaron; ¡quedaron tendidos debajo de mis pies! »Tú me infundiste fuerzas para la batalla, para vencer y humillar a mis adversarios. Tú los hiciste ponerse en retirada, y así acabé con los que me odiaban. Clamaron a ti, Señor, pero no los atendiste; ¡no hubo nadie que los ayudara! Los hice polvo, los deshice como a terrones; ¡los pisoteé como al lodo en las calles! Tú me libraste de un pueblo rebelde, y me pusiste al frente de las naciones. Gente que yo no conocía, viene a servirme; gente extraña me rinde homenaje; ¡apenas me escuchan, me obedecen! ¡Gente de otros pueblos se llena de miedo y sale temblando de sus escondites! »¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi roca! ¡Exaltado sea el Dios de mi salvación! Es el Dios que vindica mis agravios y somete a las naciones bajo mis pies. Es el Dios que me libra de mis adversarios, que me eleva por encima de mis oponentes, ¡que me pone a salvo de los violentos! Por eso alabo al Señor entre los pueblos, y canto salmos a su nombre. El Señor da la victoria al rey; siempre es misericordioso con su ungido, con David y con sus descendientes.»