Bendito sea el SEÑOR, mi Roca, que adiestra mis manos para la guerra, mis dedos para la batalla. Él es mi Dios amoroso, mi amparo, mi más alto escondite, mi libertador, mi escudo, en quien me refugio. Él es quien pone los pueblos a mis pies. SEÑOR, ¿qué es el ser humano para que lo cuides? ¿Qué es el simple mortal para que en él pienses? Todo ser humano es como un suspiro; sus días son fugaces como una sombra.
Leer Salmo 144
Escuchar Salmo 144
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmo 144:1-4
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos