Salmos 144:1-4
Salmos 144:1-4 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Bendito sea el SEÑOR, mi Roca, que adiestra mis manos para la guerra, mis dedos para la batalla. Él es mi Dios amoroso, mi amparo, mi más alto escondite, mi libertador, mi escudo, en quien me refugio. Él es quien pone los pueblos a mis pies. SEÑOR, ¿qué es el ser humano para que lo cuides? ¿Qué es el simple mortal para que en él pienses? Todo ser humano es como un suspiro; sus días son fugaces como una sombra.
Salmos 144:1-4 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (1b) ¡Bendito seas, mi Dios y protector! ¡Tú me enseñas a luchar y a defenderme! ¡Tú me amas y me cuidas! Eres mi escondite más alto, el escudo que me protege, ¡el Dios que me permite reinar sobre mi propio pueblo! Dios mío, ¿qué somos nosotros para que nos tomes en cuenta? ¿Qué somos los humanos para que nos prestes atención? Somos como las ilusiones; ¡desaparecemos como las sombras!
Salmos 144:1-4 Reina Valera Contemporánea (RVC)
¡Bendito seas, Señor, mi roca! Tú me entrenas para la batalla; fortaleces mis manos para el combate. Tú eres mi castillo de misericordia, mi fortaleza, mi libertador; eres mi escudo, y en ti me refugio; ¡tú haces que los pueblos se sometan a mí! Señor, ¿qué son los mortales para que te preocupes por ellos? ¿Qué son los seres humanos para que los tomes en cuenta? Los mortales son una ilusión pasajera; su vida pasa como una sombra.
Salmos 144:1-4 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (1b) ¡Bendito sea el Señor, mi protector! Él es quien me entrena y me prepara para combatir en la batalla; él es mi amigo fiel, mi lugar de protección, mi más alto escondite, mi libertador; él es mi escudo, y con él me protejo; él es quien pone a los pueblos bajo mi poder. Señor, ¿qué es el hombre, para que pienses en él? ¿Qué es el ser humano, para que tanto lo estimes? El hombre es como un suspiro; su vida pasa como una sombra.
Salmos 144:1-4 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra; Misericordia mía y mi castillo, Fortaleza mía y mi libertador, Escudo mío, en quien he confiado; El que sujeta a mi pueblo debajo de mí. Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, O el hijo de hombre, para que lo estimes? El hombre es semejante a la vanidad; Sus días son como la sombra que pasa.
Salmos 144:1-4 La Biblia de las Américas (LBLA)
Bendito sea el SEÑOR, mi roca, que adiestra mis manos para la guerra, y mis dedos para la batalla. Misericordia mía y fortaleza mía, mi baluarte y mi libertador, escudo mío en quien me he refugiado, el que sujeta a mi pueblo debajo de mí. Oh SEÑOR, ¿qué es el hombre para que tú lo tengas en cuenta, o el hijo del hombre para que pienses en él? El hombre es semejante a un soplo; sus días son como una sombra que pasa.
Salmos 144:1-4 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Alaben al SEÑOR, mi roca. Él entrena mis manos para la guerra y da destreza a mis dedos para la batalla. Él es mi aliado amoroso y mi fortaleza, mi torre de seguridad y quien me rescata. Es mi escudo, y en él me refugio. Hace que las naciones se sometan a mí. Oh SEÑOR, ¿qué son los seres humanos para que te fijes en ellos, los simples mortales para que te preocupes por ellos? Pues son como un suspiro; sus días son como una sombra pasajera.