»Si tienen un buen árbol, su fruto es bueno; si tienen un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto. Camada de víboras, ¿cómo pueden ustedes que son malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca. El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el mal. Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado. Porque por tus palabras se te declarará inocente y por tus palabras se te condenará». Algunos de los fariseos y de los maestros de la Ley dijeron a Jesús: —Maestro, queremos ver alguna señal milagrosa de parte tuya. Jesús contestó: —¡Esta generación malvada y adúltera pide una señal milagrosa! Pero no se le dará más señal que la del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de un enorme pez, también tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra. Los habitantes de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán; porque ellos se arrepintieron al escuchar la predicación de Jonás y aquí tienen ustedes a uno más importante que Jonás. La reina del Sur se levantará en el día del juicio y condenará a esta generación; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí tienen ustedes a uno más importante que Salomón. »Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos buscando descanso sin encontrarlo. Entonces dice: “Volveré a mi casa, de donde salí”. Cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y arreglada. Luego va y trae a otros siete espíritus más malvados que él y entran a vivir allí. Así que el estado final de aquella persona resulta peor que el inicial. Así le pasará también a esta generación malvada». Mientras Jesús hablaba a la multitud, se presentaron su madre y sus hermanos. Se quedaron afuera y deseaban hablar con él. Alguien le dijo: —Mira, tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo. —¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? —respondió Jesús. Señalando a sus discípulos, añadió: —Aquí tienen a mi madre y a mis hermanos. Cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos es mi hermano, mi hermana y mi madre.
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5 dias
Ánimo para madres, de una mamá que crió a sus 7 hijos y vivió para contarlo. Esta es la parte 3 en esta serie de 12 devocionales por Robin Meadows. ¡Gracias a Juanitta Fernández Pastor por esta traducción!
Es bueno realizarnos un autoexamen frente al deseo casi incontrolable de pecar con la lengua; a veces se nos olvida que tenemos el poder del Espíritu para vencer ese deseo de adentrarnos en el chisme y la murmuración, haciéndonos daño no sólo a nosotros mismos sino también a los demás y principalmente dejando en vergüenza a quien decimos que servimos y amamos tanto: "nuestro Padre Celestial".
5 Dias
Cuántos problemas nos habríamos evitado si tan solo esas palabras no hubiesen sido pronunciadas. Las palabras que pronunciamos pueden liberarnos o atarnos. Pueden darnos los mejores momentos de nuestra vida o también los peores. Dios quiere que seamos sabios al hablar. Aprende lo que la Biblia dice sobre dominar la lengua.
8 dias
La Biblia afirma que el hombre comerá del fruto de sus labios y que si quiere ver días buenos cuide su lengua y sus palabras. Estas palabras inician primero en nuestra mente y luego se dan a luz con la boca. Si renovamos la forma en que pensamos, cambiarán nuestras palabras y el fruto de nuestra vida será diferente.
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