S. Mateo 12:33-50
S. Mateo 12:33-50 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
»Si tienen un buen árbol, su fruto es bueno; si tienen un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto. Camada de víboras, ¿cómo pueden ustedes que son malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca. El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el mal. Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado. Porque por tus palabras se te declarará inocente y por tus palabras se te condenará». Algunos de los fariseos y de los maestros de la Ley dijeron a Jesús: —Maestro, queremos ver alguna señal milagrosa de parte tuya. Jesús contestó: —¡Esta generación malvada y adúltera pide una señal milagrosa! Pero no se le dará más señal que la del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de un enorme pez, también tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra. Los habitantes de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán; porque ellos se arrepintieron al escuchar la predicación de Jonás y aquí tienen ustedes a uno más importante que Jonás. La reina del Sur se levantará en el día del juicio y condenará a esta generación; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí tienen ustedes a uno más importante que Salomón. »Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos buscando descanso sin encontrarlo. Entonces dice: “Volveré a mi casa, de donde salí”. Cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y arreglada. Luego va y trae a otros siete espíritus más malvados que él y entran a vivir allí. Así que el estado final de aquella persona resulta peor que el inicial. Así le pasará también a esta generación malvada». Mientras Jesús hablaba a la multitud, se presentaron su madre y sus hermanos. Se quedaron afuera y deseaban hablar con él. Alguien le dijo: —Mira, tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo. —¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? —respondió Jesús. Señalando a sus discípulos, añadió: —Aquí tienen a mi madre y a mis hermanos. Cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos es mi hermano, mi hermana y mi madre.
S. Mateo 12:33-50 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Un buen árbol produce buenos frutos, y un mal árbol produce malos frutos. Para saber si un árbol es bueno o malo, solo hay que fijarse en sus frutos. Lo mismo sucede con las personas: para saber si son buenas o malas, solo hay que fijarse en las cosas que hacen. Lo que ustedes enseñan es tan malo como el veneno de una serpiente. ¡Claro! ¿Cómo van a decir cosas buenas, si ustedes son malos? Porque si alguien es bueno, siempre dice cosas buenas, y si es malo, siempre dice cosas malas. Les aseguro que en el día del juicio final todos tendrán que explicar por qué hablaron para hacerles daño a los demás. Dios juzgará a cada uno de acuerdo con sus palabras: si dijeron cosas buenas se salvarán, pero si dijeron cosas malas serán castigados.» Entonces algunos fariseos y maestros de la Ley le dijeron a Jesús: —Maestro, queremos que hagas algo que nos demuestre que tú fuiste enviado por Dios. Pero Jesús les contestó: —Ustedes, que son malos y no confían en Dios, me piden darles una prueba. Pero la única prueba que les daré será la del profeta Jonás: Así como Jonás estuvo dentro del gran pez tres días y tres noches, así yo también, el Hijo del hombre, estaré dentro de la tumba tres días y tres noches. En el juicio final, la gente de la ciudad de Nínive se levantará y hablará contra ustedes para que Dios los castigue. Porque esa gente sí cambió de vida cuando oyó el mensaje que le anunció Jonás. Pero ustedes oyen mi mensaje y no cambian, aunque yo soy más importante que Jonás. »La reina del Sur también se levantará en el día del juicio, y hablará contra ustedes. Porque ella vino desde muy lejos a escuchar las sabias enseñanzas del rey Salomón. Pero ustedes no quieren escuchar mis enseñanzas, aunque yo soy más importante que Salomón. »Cuando un espíritu malo sale de alguien, anda por el desierto buscando donde descansar. Al no encontrar ningún lugar, dice: “Mejor regresaré a mi antigua casa y volveré a vivir en ella”. Cuando regresa, la encuentra desocupada, limpia y ordenada. Entonces va y busca a otros siete espíritus peores que él, y todos ellos entran en aquella persona y se quedan a vivir allí. ¡Y esa pobre persona termina peor que cuando solo tenía un espíritu malo! Esto mismo va a pasarles a ustedes, porque son muy malos. Mientras Jesús seguía hablando con la gente, su madre y sus hermanos llegaron a donde él estaba y lo esperaron afuera, pues querían hablar con él. Entonces alguien le dijo a Jesús: —Tu madre y tus hermanos están afuera, y quieren hablar contigo. Pero él le preguntó: —¿Quiénes son en verdad mi madre y mis hermanos? Jesús señaló entonces a todos sus discípulos y les dijo: —Estos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que obedece los mandamientos de mi Padre que está en el cielo, es en verdad mi madre, mi hermano y mi hermana.
S. Mateo 12:33-50 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Si el árbol es bueno, también su fruto es bueno; pero si el árbol es malo, también su fruto es malo. Al árbol se le conoce por sus frutos. ¡Generación de víboras! ¿Cómo pueden decir cosas buenas, si son malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno saca cosas buenas del buen tesoro de su corazón; el hombre malo saca cosas malas de su mal tesoro. Pero yo les digo que, en el día del juicio, cada uno de ustedes dará cuenta de cada palabra ociosa que haya pronunciado. Porque por tus palabras serás reivindicado, y por tus palabras serás condenado.» Entonces algunos de los escribas y de los fariseos le dijeron: «Maestro, deseamos ver una señal tuya.» Pero él les dijo: «La generación mala y adúltera demanda una señal, pero no tendrán más señal que la del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así también el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra. En el juicio, los habitantes de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más grande que Jonás. En el juicio, la reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más grande que Salomón. »Cuando el espíritu impuro sale del hombre, anda por lugares áridos en busca de reposo, y no lo halla. Entonces dice: “Volveré a mi casa, de donde salí.” Y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va y trae otros siete espíritus peores que él, y entran y allí se quedan a vivir. ¡Y el estado final de aquel hombre resulta ser peor que el primero! Así también le pasará a esta generación malvada.» Mientras Jesús hablaba con la gente, su madre y sus hermanos estaban afuera, y querían hablar con él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar.» Él respondió al que le dijo esto: «¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?» Y extendiendo la mano hacia sus discípulos, dijo: «Mi madre y mis hermanos están aquí. Porque todos los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos son mis hermanos, mis hermanas, y mi madre.»
S. Mateo 12:33-50 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»Si el árbol es bueno, dará buen fruto; si el árbol es malo, dará mal fruto; pues el árbol se conoce por su fruto. ¡Raza de víboras! ¿Cómo pueden decir cosas buenas, si ustedes mismos son malos? De lo que abunda en el corazón, habla la boca. El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en él, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en él. Y yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de cualquier palabra inútil que hayan pronunciado. Pues por tus propias palabras serás juzgado, y declarado inocente o culpable.» Algunos de los fariseos y maestros de la ley dijeron entonces a Jesús: —Maestro, queremos verte hacer alguna señal milagrosa. Jesús les contestó: —Esta gente malvada e infiel pide una señal milagrosa; pero no va a dársele más señal que la del profeta Jonás. Pues así como Jonás estuvo tres días y tres noches dentro del gran pez, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches dentro de la tierra. Los de Nínive se levantarán en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán; porque los de Nínive se volvieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás, y lo que hay aquí es mayor que Jonás. También la reina del Sur se levantará en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenará; porque ella vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo que hay aquí es mayor que Salomón. »Cuando un espíritu impuro sale de un hombre, anda por lugares secos buscando descanso; y si no lo encuentra, piensa: “Regresaré a mi casa, de donde salí.” Cuando regresa, encuentra a ese hombre como una casa desocupada, barrida y arreglada. Entonces va y reúne otros siete espíritus peores que él, y todos juntos se meten a vivir en aquel hombre, que al final queda peor que al principio. Eso mismo le va a suceder a esta gente malvada. Todavía estaba Jesús hablando a la gente, cuando acudieron su madre y sus hermanos, que deseaban hablar con él. Como se quedaron fuera, alguien avisó a Jesús: —Tu madre y tus hermanos están ahí fuera, y quieren hablar contigo. Pero él contestó al que le llevó el aviso: —¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Entonces, señalando a sus discípulos, dijo: —Estos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.
S. Mateo 12:33-50 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. Él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar. La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar. Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación. Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.
S. Mateo 12:33-50 La Biblia de las Américas (LBLA)
O haced bueno el árbol y bueno su fruto, o haced malo el árbol y malo su fruto; porque por el fruto se conoce el árbol. ¡Camada de víboras! ¿Cómo podéis hablar cosas buenas siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno de su buen tesoro saca cosas buenas; y el hombre malo de su mal tesoro saca cosas malas. Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Entonces le respondieron algunos de los escribas y fariseos, diciendo: Maestro, queremos ver una señal de parte tuya. Pero respondiendo Él, les dijo: Una generación perversa y adúltera demanda señal, y ninguna señalse le dará, sino la señalde Jonás el profeta; porque como ESTUVO JONáS EN EL VIENTRE DEL MONSTRUO MARINO TRES DíAS Y TRES NOCHES, así estará el Hijo del Hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra. Los hombres de Nínive se levantarán con esta generación en el juicio y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás; y mirad, algo más grande que Jonás está aquí. La Reina del Sur se levantará con esta generación en el juicio y la condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y mirad, algo más grande que Salomón está aquí. Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, pasa por lugares áridos buscando descanso y no lo halla. Entonces dice: «Volveré a mi casa de donde salí»; y cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y arreglada. Va entonces, y toma consigo otros siete espíritus más depravados que él, y entrando, moran allí; y el estado final de aquel hombre resulta peor que el primero. Así será también con esta generación perversa. Mientras Él aún estaba hablando a la multitud, he aquí, su madre y sus hermanos estaban afuera, deseando hablar con Él. Y alguien le dijo: He aquí, tu madre y tus hermanos están afuera deseando hablar contigo. Pero respondiendo Él al que se lo decía, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: ¡He aquí mi madre y mis hermanos! Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre.
S. Mateo 12:33-50 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»A un árbol se le identifica por su fruto. Si el árbol es bueno, su fruto será bueno. Si el árbol es malo, su fruto será malo. ¡Camada de víboras! ¿Cómo podrían hombres malvados como ustedes hablar de lo que es bueno y correcto? Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice. Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón. Les digo lo siguiente: el día del juicio, tendrán que dar cuenta de toda palabra inútil que hayan dicho. Las palabras que digas te absolverán o te condenarán». Un día, algunos maestros de la ley religiosa y algunos fariseos se acercaron a Jesús y le dijeron: —Maestro, queremos que nos muestres alguna señal milagrosa para probar tu autoridad. Jesús les respondió: —Solo una generación maligna y adúltera exigiría una señal milagrosa; pero la única que les daré será la señal del profeta Jonás. Así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez durante tres días y tres noches, el Hijo del Hombre estará en el corazón de la tierra durante tres días y tres noches. »El día del juicio los habitantes de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron de sus pecados al escuchar la predicación de Jonás. Ahora alguien superior a Jonás está aquí, pero ustedes se niegan a arrepentirse. La reina de Saba también se levantará contra esta generación el día del juicio y la condenará, porque vino de una tierra lejana para oír la sabiduría de Salomón. Ahora alguien superior a Salomón está aquí, pero ustedes se niegan a escuchar. »Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va al desierto en busca de descanso, pero no lo encuentra. Entonces dice: “Volveré a la persona de la cual salí”. De modo que regresa y encuentra su antigua casa vacía, barrida y en orden. Entonces el espíritu busca a otros siete espíritus más malignos que él, y todos entran en la persona y viven allí. Y entonces esa persona queda peor que antes. Eso es lo que le ocurrirá a esta generación maligna. Mientras Jesús hablaba a la multitud, su madre y sus hermanos estaban afuera y pedían hablar con él. Alguien le dijo a Jesús: «Tu madre y tus hermanos están parados afuera y desean hablar contigo». Jesús preguntó: «¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?». Luego señaló a sus discípulos y dijo: «Miren, estos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo es mi hermano y mi hermana y mi madre».