«Desde hace mucho quebraste el yugo; te quitaste las ataduras y dijiste: “¡No quiero servirte!”. Sobre toda colina alta y bajo todo árbol frondoso, te entregaste a la prostitución. Yo te planté, como vid selecta, con semilla genuina. ¿Cómo es que te has convertido en una vid degenerada y extraña? Aunque te laves con lejía y te frotes con mucho jabón, ante mí seguirá presente la mancha de tu iniquidad», afirma el SEÑOR y Dios.
Leer Jeremías 2
Escuchar Jeremías 2
Compartir
Comparar todas las versiones: Jeremías 2:20-22
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos