¿Podría yo abrir la matriz y no provocar el parto?», dice el SEÑOR. «¿O cerraría yo el seno materno, siendo que yo hago dar a luz?», dice tu Dios. «Mas alégrense con Jerusalén y regocíjense por ella, todos los que la aman; salten con ella de alegría todos los que por ella se conduelen. Porque ustedes serán amamantados y saciados, y hallarán consuelo en su seno; beberán hasta saciarse y se deleitarán en sus henchidos pechos». Porque así dice el SEÑOR: «Hacia ella extenderé la paz como un torrente, y la riqueza de las naciones como río desbordado. Ustedes serán amamantados, llevados en sus brazos, mecidos en sus rodillas. Como madre que consuela a su hijo, así yo los consolaré a ustedes; en Jerusalén serán consolados». Cuando ustedes vean esto, se regocijará su corazón, y su cuerpo florecerá como la hierba. El SEÑOR dará a conocer su poder entre sus siervos y su furor entre sus enemigos.
Leer Isaías 66
Escuchar Isaías 66
Compartir
Comparar todas las versiones: Isaías 66:9-14
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos