»Hice un pacto con mis ojos, de no mirar con codicia sexual a ninguna joven. Pues, ¿qué ha escogido para nosotros el Dios del cielo? ¿Cuál es nuestra herencia del Todopoderoso en las alturas? ¿No es calamidad para los malvados y desgracia para quienes hacen el mal? ¿No ve Dios todo lo que hago y cada paso que doy? »¿Acaso he mentido o he engañado a alguien? Que Dios me pese en la balanza de justicia, porque sabe que soy íntegro. Si me he desviado de su camino, o si mi corazón ha codiciado lo que vieron mis ojos o si soy culpable de cualquier otro pecado, entonces, que otro coma las cosechas que he sembrado. Que todo lo que planté, sea desarraigado. »Si mi corazón ha sido seducido por una mujer, o si he codiciado a la mujer de mi prójimo, entonces, que mi esposa sirva a otro hombre, y que otros hombres se acuesten con ella. Pues la codicia sexual es un pecado vergonzoso, un delito que debería ser castigado. Es un fuego que arde todo el camino hasta el infierno; arrasaría con todo lo que poseo.
Leer Job 31
Escuchar a Job 31
Compartir
Comparar todas las versiones: Job 31:1-12
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos