»No se admitirá en la asamblea del SEÑOR a ningún hombre que tenga los testículos aplastados o el pene mutilado. »No se admitirá en la asamblea del SEÑOR a ningún hijo ilegítimo ni a sus descendientes hasta la décima generación. »No se admitirá en la asamblea del SEÑOR a ningún amonita ni moabita ni tampoco a sus descendientes hasta la décima generación. Esas naciones no te recibieron con alimento ni agua cuando saliste de Egipto. En cambio, contrataron a Balaam, hijo de Beor, proveniente del lejano Petor, en Aram-naharaim, para que te maldijera. Pero el SEÑOR tu Dios se negó a escuchar a Balaam y convirtió esa maldición en bendición, porque el SEÑOR tu Dios te ama. Jamás en tu vida buscarás el bienestar ni la prosperidad de los amonitas ni de los moabitas. »No detestes a los edomitas ni a los egipcios, porque los edomitas son tus parientes y porque viviste como extranjero entre los egipcios.
Leer Deuteronomio 23
Escuchar Deuteronomio 23
Compartir
Comparar todas las versiones: Deuteronomio 23:1-7
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos