Espacio para respirar Muestra

Lo admito: me gusta complacer a la gente. (¿Y a ti?)Sin embargo, me he dado cuenta de que hay algo incompleto en esa forma de ser. Complacer a la gente también significa que les desilusiono. Trabajar hasta tarde para complacer a tu jefe significa decepcionar a tu compañero de entrenamiento saltándote el gimnasio. Unirte al club de lectura para complacer a tus amigos significa decepcionar a tu cónyuge al perderte una cena familiar. ¿Ves? Cada sí para complacer a alguien también es un no que puede decepcionar a otra persona.

Si eres como yo, por complacer a la gente pagas el precio de renunciar a tu espacio para respirar y de intentar hacerlo todo. ¡Cenaré en casa y solo llegaré unos minutos tarde al club de lectura!

Mientras terminamos de echar un vistazo al espacio para respirar, quiero compartir una historia del Antiguo Testamento, específicamente un versículo, que cambió una temporada entera de mi vida. Cientos de años antes de Jesús, la ciudad de Jerusalén había sido conquistada y prácticamente destruida. La reconstrucción de los muros de la ciudad era urgente, y Nehemías era la persona que lideraba el proyecto. Un día recibió una invitación, y su respuesta se convirtió en un versículo determinante para mí. Nehemías dijo: «... Estoy haciendo un gran trabajo, y no puedo bajar. ¿Por qué debería detenerse el trabajo mientras lo dejo y vengo a ti? »

Cuando escuché este versículo por primera vez, tenía tres niños pequeños, estaba educando en casa al mayor y mi esposo estaba lanzando una iglesia. No teníamos ningún espacio para respirar. Y aun así me resultaba muy difícil rechazar invitaciones y oportunidades.

Lo que encontré en la declaración de Nehemías fue el permiso para priorizar a las personas más importantes de mi vida. Ser madre era mi «gran trabajo». No podía «bajar» para unirme a ese comité o para hablar en ese evento para mujeres. Decir sí a estas cosas significaría decir no al «gran trabajo» que era mi familia.

Damas, podemos darnos a nosotras mismas, nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestro espacio para respirar hasta que no queden más que sobras para los que más amamos. En su lugar, recuperemos nuestro espacio para respirar dando a nuestros seres queridos los primeros cuidados. Y a todo lo demás, simplemente podemos responder: «Estoy haciendo un gran trabajo y no puedo bajar».

Si has disfrutado este plan, mira el estudio en vídeo de 4 partes del cual fue extraído, descargando el devocional gratuito Espacio para Respirar.