Espacio para respirar Muestra

Si has marcado un cumpleaños, has estudiado para los exámenes finales, te has casado, has tenido un bebé o has celebrado la Navidad, entonces has «contado tus días». Probablemente no lo hayas llamado así, pero sabías exactamente cuántos días de compras, días de estudio o días soltero te quedaban hasta el gran acontecimiento?

En el versículo de hoy, del Salmo 90, Moisés le está pidiendo a Dios que nos ayude a vivir cada día con la claridad que tenemos cuando tenemos una fecha límite: «Enséñanos a contar nuestros días». Cuando faltan tres días para Navidad y aún te quedan regalos por comprar, no te acuestas en el sofá a ver películas de Navidad. Tienes cosas con más prioridad que hacer. Saber que tu tiempo es limitado te obliga a limitar lo que haces con tu tiempo.

Siempre habrá eventos a los que asistir, proyectos que abordar, comités a los que unirse, viajes que realizar y recados que hacer. Y el miedo susurrará que es mejor que lo hagas todo o fallarás. Pero contar tus días es como pasar todas esas demandas de tu tiempo a través de un filtro. Es una forma de priorizar a las personas y las tareas que más importan.

¿El comité al que te uniste porque te sentías culpable? No pasa el corte. ¿El viaje de trabajo que te mantendrá alejado de tus hijos toda la semana? No por ahora.

Cuando empezamos a ver nuestro tiempo como limitado, podemos decidir sabiamente a qué, o más bien a quién, vale la pena dedicar nuestro tiempo limitado. Moisés dice que «obtendremos un corazón de sabiduría». Si estás sobrecargado, sobrecomprometido o abrumado, trata de contar tus días. Reconoce que (aunque esperas vivir décadas más) tu tiempo es limitado, así que debes limitar lo que haces con tu tiempo. Te prometo que aplicar este filtro te dará el espacio para respirar que has estado anhelando en tu calendario.

Mañana veremos un filtro similar que puede ayudarte a traer un respiro a tus finanzas. Mientras tanto, pregúntate: ¿Cuál es el rol o tarea al que ya no quiero dedicar mi tiempo limitado?