Conversaciones con DiosMuestra
Las Escrituras contienen muchos ejemplos de la perspectiva e instrucción del Señor a través de los sueños. Considera a Jacob, a José (hijo de Jacob) y a José (el padre terrenal de Jesús). Y estos son sólo unos pocos.
La reverencia por el precedente bíblico me ha dado el valor de pedirle a Dios que me hable a través de los sueños. No sucede a menudo, pero el Señor definitivamente me ha hablado de esta manera impactante.
Una madrugada tuve un sueño que aún atesoro. En el sueño vi un triste estacionamiento. Mientras observaba, una amiga caminó con dificultad hacia un automóvil estacionado, abrió la puerta de atrás y levantó a su pequeña niña y la puso en su asiento. La niña estaba enojada y pataleando. Pacientemente, suavemente, firmemente, mi amiga abrochó las correas en medio de mucha resistencia. Al fin, cayó en el asiento del conductor exhausta y derrotada.
Mientras observaba la escena, me sorprendió especialmente su amable persistencia, que admiré, y su frustración, que me causó empatía. Como mamá mayor, sabía la verdad: esta era solo una breve etapa en la crianza de los hijos. Las recompensas de su inversión darían frutos en la vida de su hija, pero ella no debía rendirse.
Me importó profundamente que ella no pudiera saber lo que yo podía ver claramente, así que en el sueño comencé a llamar a mi amiga: “¡No te rindas! ¡Manténte firme! ”
Mientras miraba, mi amiga comenzó a andar a tientas con su teléfono celular como si hubiera oído algo indistintamente pero no estuviera segura de la fuente. Nunca supo quién estaba hablando o qué se había comunicado. Ella se fue sin la perspectiva de la sabiduría.
Al despertar, escribí la narrativa del sueño y sus impresiones. Y a lo largo de la mañana continué reflexionando en oración sobre un posible significado.
Unas horas más tarde, el Señor compartió la interpretación: me sorprendió. Mi amiga me representaba a mí en el sueño y Suya era la voz que gritaba aliento. El sueño me vino en un momento en que estaba luchando en mi crianza de los hijos. Él quería que supiera que le importaba mucho y que mi familia sin duda pasaría a otras épocas de la vida. El conocimiento adquirido es una lección que nunca he olvidado porque, de alguna manera, la viví durante el sueño.
Acerca de este Plan
Conversaciones Con Dios es una inmersión gozosa en una vida de oración más íntima, enfatizando formas prácticas de oír la voz de Dios. Dios quiere que disfrutemos de una conversación constante con Él durante todas nuestras vidas, una conversación que marque toda la diferencia en dirección, relaciones y propósito. Este plan está lleno de historias transparentes y personales sobre el corazón de Dios que anhela alcanzarte. ¡Él nos ama!
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