Isaías

Pon tu confianza solo en el Señor

Reflexión:

Isaías fue un profeta, lo que significa que Dios lo utilizó para transmitir Su mensaje al pueblo. Aunque casi todo el libro es una puesta a cuentas con Israel, en este pasaje Dios les advierte sobre el peligro de poner su confianza en la fuerza de Egipto, y creo que podemos aprender mucho de esta advertencia.

Egipto ha desempeñado un papel crucial en la historia de Israel desde tiempos antiguos. Fue de allí de donde Dios los sacó para llevarlos a una tierra mejor, rescatándolos de la esclavitud que sufrían. La salida de Egipto es una historia grandiosa que impacta a todos. El pueblo experimentó de primera mano la mano de Dios, Sus milagros y todo lo que Él es capaz de hacer. Sin embargo, pronto surgieron quejas y un anhelo por el Egipto que habían dejado atrás. Esto entristeció el corazón del Padre, quien cuidaba de Su pueblo sin descanso.

Es fácil ver al pueblo de Israel como terco e incluso necio por quejarse tanto. Egipto nos parece algo ajeno y distante, pero ¿realmente es así? Con tristeza en el corazón, debo reconocer que todos tenemos nuestros propios “Egiptos” y que, con frecuencia, retrocedemos hacia ellos.

Egipto puede representar muchas cosas en nuestras vidas. Dios nos advierte que, si ponemos nuestra confianza en cualquier cosa que no sea Él, terminaremos en confusión y vergüenza.

Un ejemplo personal:

“Llevo dos años viviendo en Camboya, y jamás he estado más consciente de cuántos ‘Egiptos’ tengo... Añoro la comida, el clima, la seguridad de Madrid, mis amigos, el sistema sanitario, la dignidad humana, la policía, las calles, la limpieza, la libertad de moverme donde quiera, el Mercadona, el Lidl, mis desayunos de Ikea, mi trabajo... Sé que muchas veces deposité mi confianza en todas estas cosas, en vez de en nuestro Señor, quien siempre me cuida y me sostiene en la palma de Su mano, sin importar en qué rincón me encuentre”.

¿Cuál es la solución a todo esto?

La respuesta se encuentra en la quietud, el reposo y la confianza. Si no paramos en medio de este mundo tan caótico para recordarle a nuestra alma quién nos salva, enseguida tenderemos a buscar seguridad en otras cosas. Si no recordamos todas las cosas que el Señor es, si no confiamos en Su bondad y cuidado, querremos volver a Egipto, a nuestra zona cómoda, a lo conocido, a lo que nos parece poderoso.

Pero solamente Dios puede salvarnos, y solamente nuestra confianza PLENA en Él, y exclusivamente en Él, nos puede mantener enfocados hacia delante.

Elimina de tu vida todo aquello que crees que te brinda seguridad, y descansa en el Señor.

Oración:

¡Padre, gracias por Tu infinita paciencia conmigo! Por favor, ayúdame a estar quieta y aprender a confiar en Ti. Muéstrame a diario cuáles son los “Egiptos” a los que tengo que dar la espalda. Muéstrame si pongo mi confianza en otra cosa que no seas Tú. En el nombre de Jesús. Amén.