Nehemías

Un hombre que reconstruyó las ruinas

Reflexión:

Nehemías era un hombre que ocupaba un puesto de mucha responsabilidad y confianza, lo que me lleva a pensar que no era un hombre desocupado y, aun así, sentía preocupación por la situación de Jerusalén. Lo vemos cuando pregunta por ellos, lo que demuestra su interés por saber cómo se encontraban.

Nehemías tuvo la disposición de escuchar lo que estaba pasando, había gran aflicción; los muros de la ciudad estaban derribados, las puertas habían sido quemadas, lo que significaba que se encontraban desprotegidos, Luego, identificó la necesidad, había que hacer algo, pero no tomó acción en base a las emociones que sintió en ese momento, sino que ayuno y oró.

Aspectos importantes en la misión de Nehemías:

1. Buscar la dirección de Dios.

Cuando buscamos la dirección de Dios, es inevitable que haya un reconocimiento de nuestros fallos y de nuestro pecado, no para acusarnos, sino para que seamos conscientes de que podemos arrepentirnos, aferrándonos a Su promesa y volviendo a Él.

2. Confianza y seguridad.

Tuvo confianza y seguridad para decirle al rey lo que necesitaba, no por lo que el rey representaba o por su relación estrecha, sino porque antes buscó la dirección de Dios (Nehemías 2:4). Reconocer que necesitamos ayuda y que Dios nos muestra quién puede proporcionarla es fundamental.

3. Prudencia.

Nehemías fue prudente. No actuó de manera impulsiva; se tomó el tiempo para evaluar y saber quién estaría dispuesto a reconstruir los muros. Muchas veces nos encontramos con personas que se sienten cómodas con las ruinas.

4. Reconocer que no estamos solos.

Sabía que no podría hacerlo solo, por eso les dijo: “Vamos a reconstruir”. Aquí nos encontramos con la posibilidad de elegir ser parte del equipo que quiere quedarse con las ruinas o ser parte del equipo dispuesto a reconstruir.

5. Enfrentar adversidades.

Nehemías sabía que no sería fácil. Hoy podemos ser conscientes, como él lo fue, de que cuando decidimos reconstruir las ruinas que a veces nos rodean o que son parte de nuestra vida, nos encontraremos con adversidades. En esos momentos, debemos orar, como hizo Nehemías (Nehemías 4:9).

Saber que contamos, primeramente, con el respaldo de Dios y con personas que están dispuestas a ayudarnos en el proceso de reconstrucción nos da la confianza de caminar en la seguridad de que podemos levantar los muros que nos fortalecerán.

Oración:

Padre, ayúdame a detenerme y tener el tiempo para identificar la necesidad, tanto de los que me rodean como las mías, y poder buscar Tu dirección. Llénanos de la confianza que Nehemías tenía, sabiendo que Tú estás con nosotros para reconstruir las ruinas. Amén.