Guiados por el Espíritu SantoMuestra

La verdadera fe está llena de sentido común

Cuando queremos seguir a Jesús, escuchar al Espíritu Santo y caminar por fe, a veces nos olvidamos de usar nuestro sentido común. El Espíritu Santo se comunica con nuestra mente y nuestra inteligencia debe someterse a él, ¡pero no debemos dejar de pensar en él! Digo esto porque algunas personas, queriendo ser espirituales a toda costa, hacen cosas muy raras con consecuencias desastrosas.

Si un amigo pragmático piensa que tu decisión es estúpida y tiene argumentos, tómate el tiempo de considerar sus argumentos y pregúntate si no has olvidado el sentido común en tu búsqueda de la voluntad de Dios.

Dios trabaja a menudo con las cosas naturales. Por ejemplo, contactos, cosas que ya tenemos o que hemos aprendido en el pasado. Si has visto que la gente que te rodea justifica muchas malas decisiones con "Dios me lo dijo", "tuve paz" o "tuve fe...", puede que te hayas vuelto alérgico a estas expresiones (mañana te hablaré de la paz).

Sin embargo, puedo decirte que es posible seguir a Dios por fe y tener éxito. Para ello, debemos entender que la fe es un riesgo calculado que depende de nuestra capacidad para reconocer la voz de Dios. Tomar una decisión por fe no es ser optimista, sino el fruto de un proceso de reflexión, de búsqueda de la voluntad de Dios y de examen de lo que creemos haber recibido del Espíritu Santo a la luz de la Biblia. Cuanto mayor sea el riesgo, más debemos confiar (y esta confianza sólo se desarrolla con la experiencia) en que Dios nos ha hablado y más debemos asegurarnos de validar esta dirección con confirmaciones de diversas fuentes (convicción, sueños, palabras reumáticas, consejos, validación de nuestro cónyuge, paz interior, etc.).

El justo vivirá por la fe. La fe puede parecer a veces una tontería, pero cuando por fe hacemos lo que Dios nos ha dicho, Él actúa. Entonces no nos cubrimos de vergüenza, pues queda claro que fue él quien nos habló.

Por lo tanto, le aconsejo que adopte la postura de un aprendiz. Comienza ahora a buscar la voluntad de Dios para las pequeñas decisiones, de modo que tu confianza en tu capacidad para reconocer su voz aumente y sea suficiente cuando se trate de tomar decisiones importantes. La fe no es estática; Jesús la hace crecer cuando le seguimos, con los ojos fijos en Él, al son de su voz.

Te invito a orar conmigo:

Padre, te ruego que renueves mi entendimiento, que me concedas tu sabiduría para protegerme de los errores y poder examinar lo que me dices y seguirte por la fe.

David Théry
Enseñanzas prácticas para experimentar a Dios