Corazón por la CasaMuestra

DE GRACIA RECIBIMOS, DE GRACIA DAMOS

Servimos a un Dios que no nos llama a dar nada que no hayamos recibido de Él antes. Si Dios nos pidiera darle lo que no tenemos, sería injusto y una carga imposible de llevar. Pero Dios, que es bueno y grande en misericordia, colma nuestras vidas de gracia, bendición y esperanza. Y, una vez que hemos recibido todo de Él, nos llama a ser valientes y confiar en que la fuente de donde vino todo lo que tenemos (Jesús, nuestra fuente) no se agota, no se acaba y no nos deja.

Podemos vivir una vida de generosidad dando de gracia lo que de gracia recibimos. En esta temporada de Corazón por la Casa, toma un tiempo para meditar en todo lo que has recibido de gracia, es decir, de forma inmerecida. ¿Cómo puedes ahora compartir todo lo que Dios te ha dado? Pídele al Espíritu Santo que te guíe en tu generosidad y te llene de fe, sabiendo que tu manantial de provisión y vida no se agota.

Oración: Señor, gracias por llenar mi vida de salvación, provisión y bendición inmerecida. Ayúdame a compartir de gracia lo que de ti he recibido. Hazme un agente de bendición y fortalece mi fe para saber siempre que tú nunca me dejarás ni me abandonarás. Prepara mis manos y corazón para Corazón por la Casa. En el nombre de Jesús. Amén.