La Humillación Para Una Vida De Intimidad Con DiosMuestra

Todos conocemos la historia de Daniel en el foso de los leones pero, ¿cuántos recuerdan por qué razón lo pusieron allí? Sus enemigos en la corte real querían hacerle daño, pero como no existía motivo“...se pusieron de acuerdo y dijeron: “Como no tenemos nada de qué acusar a Daniel, lo haremos caer solamente con algo que tenga que ver con su religión”, Daniel 6:5 (BLS). De ahí que inducen al rey a promulgar una ley en contra de la oración: “Hemos pensado prohibir... que las personas hagan oraciones... Quien no cumpla esta norma será mandado al foso de los leones... Entonces el rey Darío aprobó la ley y la firmó”, Daniel 6:7-9 (PDT). ¿Y qué hizo Daniel? “Cuando Daniel oyó que se había firmado la ley, fue a su casa y se arrodilló como de costumbre... Oraba tres veces al día, tal como siempre lo había hecho... Entonces los funcionarios fueron... a la casa de Daniel y lo encontraron orando y pidiéndole a Dios que lo ayudara”, Daniel 6:10-11 (NTV). ¿Y cómo le fue a Daniel? “Mi Dios envió a su ángel para cerrarles la boca a los leones, a fin de que no me hicieran daño, porque fui declarado inocente ante Dios... El rey se alegró mucho... porque (Daniel) había confiado en su Dios”, Daniel 6:22-23, NTV.

El gran apóstol Pablo sabía que no existía recurso más poderoso que la oración: “Mis amados hermanos, les pido encarecidamente... que se unan a mi lucha orando a Dios por mí...”, Romanos 15:30 (NTV). Pablo estaba encadenado en Roma y pedía ayuda. ¿Cuál sería la mejor manera de ayudarlo? ¿Haciendo una manifestación frente a la cárcel romana? ¿Recurriendo a contactos políticos? ¿Contratando los servicios del mejor abogado penalista? No. Pablo sabía que la mejor manera de ayudarlo era por medio de la oración. Todos estos grandes de la fe hicieron historia porque sabían cómo pelear sus batallas. Utilizaron solo recursos espirituales y a ninguno de ellos le fue mal. Nosotros deberíamos seguir su ejemplo. ¡Tampoco nos irá mal!

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