La Humillación Para Una Vida De Intimidad Con DiosMuestra

¿Qué otras disciplinas espirituales deberíamos practicar? El ayuno y la oración. Josafat combinó estos dos recursos para enfrentar al poderoso ejército conformado por moabitas, amonitas y naciones del otro lado del mar: “Josafat... le suplicó al SEÑOR... y ordenó a todos en Judá que ayunaran”, 2º Crónicas 20:3 (NTV). ¿Y qué sucedió? Dios peleó por ellos: “Ustedes ni siquiera tendrán que luchar... quédense quietos y observen la victoria del SEÑOR...”, 2º Crónicas 20:17 (NTV). ¿Con qué armas luchó la nación de Israel cuando el rey Jerjes decretó el exterminio de todos los judíos? “Ester envió la siguiente respuesta a Mardoqueo: “Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa y hagan ayuno... mis doncellas y yo haremos lo mismo...”, Ester 4:15-16 (NTV).

¿Te acuerdas de la profetisa Ana? Sus constantes ayunos y oraciones tuvieron una recompensa sin igual: sus ojos vieron al Mesías: “En el templo... estaba Ana, una profetisa muy anciana... Nunca salía del templo, sino que permanecía allí de día y de noche adorando a Dios en ayuno y oración”, Lucas 2:36-37 (NTV). Ana, Ester y Josafat no eran ‘perezosos espirituales’ y no estaban en modo ‘ahorro de energía’. La oración y el ayuno fueron prácticas comunes en ellos y marcaron sus vidas con extraordinarias bendiciones.

La perseverancia es esencial para recibir. Pablo dijo: “Oren... y sean persistentes en sus oraciones...”, Efesios 6:18 (NTV). Por su parte, es un hecho que la primitiva iglesia crecía debido a la utilización de todos estos recursos espirituales: “Mientras ayunaban y adoraban al Señor, el Espíritu Santo dijo: “Aparten a Bernabé y a Saulo...". Ayunaron, oraron e impusieron las manos sobre Bernabé y Saulo, y luego los despidieron”, Hechos 13:2-3 (PDT). Cualquiera sea la situación en la que estés o cualquiera el problema que te toque enfrentar tienes que saber que nuestro gran Dios puede ayudarte. Jesús dijo: “Si sigues tocando a la puerta el tiempo suficiente, él se levantará y te dará lo que necesitas... Así que les digo, sigan pidiendo y recibirán lo que piden...”, Lucas 11:8-9 (NTV).