El Espíritu Santo, Compañero De JesúsMuestra

El Espíritu Santo, compañero de Jesús

LA LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO – DETERMINACIÓN Y PERSEVERANCIA

IDEAS BÁSICAS

• En cuanto a la llenura del Espíritu Santo, Jesús nos enseña que debemos ser audaces con Dios, decididos, persistentes y perseverantes.

• Nuestra determinación y perseverancia demuestran el valor que concedemos a esta promesa de Dios.

• Cuando pedimos a Dios la llenura del Espíritu Santo, no debemos temer que recibiremos un espíritu maligno.

• Uno que es liberado de espíritus malignos a través del nuevo nacimiento debe experimentar la llenura del Espíritu Santo para ser protegido del regreso de espíritus malignos.

En estas parábolas, Jesús enseña a sus discípulos la importancia de estar llenos del Espíritu Santo y cómo podemos obtener esta llenura. La llenura del Espíritu Santo es una necesidad básica en la vida de fe, tan importante que necesitamos insistir en ella, no importa quién se sienta perturbado ni cuánto. El creyente nacido de nuevo se caracteriza por un hambre que le hace desear experimentar más de Dios, y al creyente hambriento se le anima a insistir en la llenura del Espíritu Santo sin temor a recibir ningún espíritu maligno. Jesús enseña también a los discípulos que la determinación y la perseverancia con que buscan experimentar el Espíritu Santo es el camino necesario y obligatorio establecido por Dios para este lleno. Por supuesto que Dios no se alegra extrañamente de vernos cansados y agotados por esta persistencia y perseverancia imparables para conseguir algo que en realidad es una promesa que Él quiere darnos con gusto. Esta actitud es para demostrarnos a nosotros mismos la importancia que damos a esta obra del Espíritu Santo. Alguien que no considere importante esta llenura del Espíritu Santo no tendrá la determinación suficiente para no rendirse, para no dejar de buscar, de pedir, de llamar, hasta recibir. Nuestra determinación y perseverancia demuestran el valor que damos a esta promesa de Dios. Otra enseñanza dada por Jesús es que un corazón liberado pero vacío es fácilmente ganado de nuevo por Satanás. Cuando una persona nace de nuevo, todos los espíritus malignos abandonan el corazón de esa persona, pero si ese corazón no está lleno del Espíritu Santo, los espíritus malignos que son traviesos e insistentes volverán en mayor número. Si has regresado a Dios y aún no ves grandes cambios en tu vida, es hora de que te decidas a buscar persistente y perseverantemente la llenura del Espíritu Santo para que puedas vivir una vida de victoria para el Reino. Nuestra búsqueda persistente debe ser por una vida de abundancia, llena de triunfo y gozo celestiales, no por los terrenales, que Dios nos da encima, como le parece.